En recuerdo de una figura insigne de la Iglesia para los leoneses

Representantes del Ayuntamiento, la Subdelegación de Gobierno de León, la Policía Nacional y la Policía Local, el Regimiento de Artillería y otras instituciones (imagen de la izquierda) estuvieron presentes en la primera fila, al lado de la familia del obispo Vilaplana. Monseñor Julián López (imagen del centro) despide al finado una vez que sus restos mortales fueron alojados en la capilla en la que permanecerá para siempre, en la Catedral de León. Nueve obispos de la zona norte y más de cien sacerdotes (derecha) acudieron a testimoniar su último adiós al desaparecido Monseññor Vilaplana, que como ocurriera con el obispo Almarcha el 17 de diciembre de 1974, fue enterrado siguiendo el ritual de este tipo de ceremonias, que guardan un carácter especialmente emotivo. La Curia Religiosa testimonió su agradecimiento por las condolencias al térrmino del sepelio en la seo leonesa.