Los vecinos exigen una rotonda en Álvaro López Núñez

La movilidad es una utopía en Álvaro López Núñez. Un caos de tráfico que llega y sale desde la ratonera de la plaza del Espolón hasta el cruce con Padre Isla, que se abastece con las avenidas provenientes de Mariano Andrés, Federico Echevarría, Eras de Renueva y la carretera Asturias, y que retiene los tiempos en cuatro semáforos. El perfecto escenario para el atasco, más acentuado en los horarios de entrada y salida laboral y de los colegios.

El problema reclama espacio entre los proyectos que el Ayuntamiento de León ha encuadrado dentro del plan de movilidad, bien asociados a los fondos estatales o a los recursos propios de la administración municipal. Los vecinos de la zona, acostumbrados a la música de viento de las bocinas de los automóviles y al embotellamiento diario, plantean que se ejecute una rotonda en la confluencia de Álvaro López Núñez con la carretera de Asturias. Una intersección en la que sobra espacio para habilitar una glorieta que canalice los tráficos provenientes de los dos carriles por sentido que tiene cada vial. La solución serviría también para eliminar el semáforo de Mariano Andrés, donde una reordenación del tráfico con una señal de prohibido girar a la izquierda y un ceda al paso podría resolver la entrada de los vehículos sin medios tecnológicos. Propuestas que los vecinos prefieren que sean ratificados por un estudio del tráfico, encargado por el consistorio a sus técnicos, que fije de manera clara la mejor alternativa para desfacer el entuerto.

La rotonda arreglaría además las dificultades que existen para poder cambiar de sentido en el tramo de la plaza del Espolón hasta la carretera Asturias, que está adornado con una línea continua. Esto obliga a los conductores a tener que entrar en Mariano Andrés y dar la vuelta por el párking de 19 de octubre o adentrarse en la carretera de Asturias y arriesgarse a un giro de 180 grados.