Medidas para evitar la soga al cuello
El Gobierno prepara un plan para solventar los problemas financieros del campo que logrará créditos con un año de carencia para frenar el aluvión de embargos
La crisis sacó a la calle al sector agrario en otoño.
La reivindicación encabezaba las movilizaciones del sector agrario leonés el pasado otoño, repetida luego en Madrid en una convocatoria nacional. El Gobierno de Zapatero se ha mostrado dispuesto a solucionar el problema de financiación que tiene el campo con la aplicación de medidas inéditas hasta ahora en este sector productivo: se ultiman ya las condiciones que permitirán a los profesionales campesinos afrontar la amortización de créditos con una carencia de un año. Las demoras serán posibles con la presencia activa de organismos estatales crediticios, concebidos precisamente para estos casos de situaciones límites. Se va a emplear la capacidad de la Saeca (la Sociedad Estatal de Caución Agraria) para asumir los costes que supongan los intereses en la demora de los pagos fijados en el crédito; se va a implicar el Instituto de Crédito Oficial, para enjugar el riesgo que le supone a una entidad financiera y al solicitante del crédito el momento de emprender un negocio en un momento en el que escasea el dinero y los beneficios.
Sólo falta que las comunidades autónomas se sumen al viaje que han decidido emprender el Gobierno y las organizaciones agrarias, después de que en diciembre lograran la primera audiencia gubernamental para exponer al ejecutivo los graves problemas económicos que estrangulan a miles de profesionales.
En ese acuerdo de intervención se puede aplicar también el paso que el Gobierno ha prometido para evitar que a los campesinos se les niegue por defecto cualquier solicitud financiera. Se legislará para que los criterios subjetivos que frenen la financiación con la disculpa de fuertes exigencias de avales queden sometidas por conceptos razonables. También habrá organismos oficiales dispuestos a actuar como muros de aval para que los negocios agropecuarios no se topen con negativas rotundas a financiar proyectos de desarrollo en un sector que, pese a la crisis, es el único que ha respondido por encima de cero en cuanto al balance de producción de riqueza.
El sector agrario leonés se encuentra ahora en una situación de ahogo por la falta de financiación y los graves problemas de crédito que tienen explotaciones de diversos sectores, que durante los últimos años se han visto obligadas a acometer fuertes inversiones para responder a las exigencias de la competitividad. Una vez solventada esa problemática, toparon con la caída de precios que han puesto al descubierto la situación financiera. Los embargos se suceden; en el último año han florecido tanto como las cosechas.