Análisis | L. urdiales
Tasa por una entelequia
En pie el agravio a miles de leoneses que pagan un recibo por reciclar basura
Imagen captada en el vaso de desechos del CTR de San Román.
La irrupción de las tasas de tratamiento de basura en la vida cotidiana de los leoneses aporta un nuevo matiz de clasificación. Los nuevos recibos han derribado trincheras domésticas que parecían insalvables, marcas geográficas, tendencias culturales. Ahora, con Gersul, más que ribereños o montañeses, señoritos o trabajadores, enchufados o con talento, bercianos o del otro lado del Manzanal, políticos o lo que corresponda, se aprecia un ámbito universal que distingue a medio millón de almas: leoneses de dos tipos, los que pagan a Gersul (paganos de setenta y ocho ayuntamientos) y los que no.
El agravio sigue sin medidas correctoras. Hay parroquianos de un tercio de municipios leoneses a los que les han cargado una tasa por una entelequia: los residuos se generan por doquier, fundamentan un servicio que puede que no se preste (según denuncian los propios trabajadores que deben de realizarlo) y se cargan unas tasas que se pagan según en que punto se resida. La situación sigue en punto muerto: hay miles de leoneses que han pagado y miles a mayores que no.