Diario de León

El consorcio de basuras gira recibos a leoneses que fallecieron hace 10 años

En la mayoría de los procesos detectados se trata de tasas por el tratamiento de residuos que ya se han pagado por los nuevos dueños de los inmuebles

Publicado por
l. urdiales | redacción
León

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La penúltima polémica que rodea al consorcio provincial de basura tiene que ver con el proceso de recaudación. Sus paradojas no se limitan a los agravios de cobrar a una parte de los leoneses y dejar indemnes al resto. Los desajustes alcanzan a girar recibos a personas fallecidas -”hace incluso una década-” y cargar impuestos sobre propiedades que, como resulta evidente, ya pertenecen a otros dueños.

En un intento inusitado por ridiculizar los trámites, hasta el punto de empujarlo al borde del absurdo, desde los servicios recaudatoria contratados por Gersul se envían requerimientos y avisos de cobro por vía de apremio con la amenaza latente de proceder a embargos de dinero en efectivo, de sueldos salarios pensiones u créditos, embargos de bienes inmuebles, de bienes semovientes o vehículos o embargos de otros bienes en el domicilio del supuesto deudor. La advertencia va a nombre de personas fallecidas a las que se reclama por vía ejecutiva la tasa correspondiente al tratamiento de los residuos urbanos, el proceso que según denuncian empleados del CTR y responsables del propio consorcio de basuras no se realiza con la regularidad que sería precisa para cumplir con la normativa y el contrato entre Gersul y la empresa concesionaria del servicio.

La insistencia en el cobro de la tasa de tratamiento de residuos a personas fallecidas incluso antes de que se comenzara a prestar este servicio se mantiene pese a que los familiares ha tratado de advertir a las administraciones competentes del mayúsculo error en la identificación del deudor; persiste a pesar, también, de que la carga del recibo se refiere a bienes inmuebles que ya han sido cargados a otras personas, titulares actuales de la propiedad; y al borde de la ironía, la solución que le proponen al destinatario del aviso de deuda por vía de apremio, al que le facilitan los trámites para que cumpla con la tasa por los residuos en un determinado número de cuenta de una entidad bancaria. Le evitan incluso acudir a recaudación. El matiz que se olvida es que la carta se dirige a personas fallecidas.

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