Los sindicatos rechazan la nueva oferta de las cajas sobre las prejubilaciones

Las condiciones en las que se afrontarán las prejubilaciones con las que Caja España y Caja Duero pretenden reducir la mayor parte del excedente de plantilla que genera su fusión siguen siendo el principal punto de desencuentro de la mesa que negocia el Protocolo Laboral, que ayer se reunió de nuevo en Madrid y que sí ha logrado acercamiento en otra de las cuestiones a debatir: la movilidad. Tampoco se han producido avances importantes hacia un acuerdo en las condiciones de equiparación de las dos plantillas, aunque fuentes sindicales señalaron ayer que al menos han quedado claras las línea de negociación a abordar en las próximas semanas. De momento, con encuentros bilaterales, porque no se ha fijado una nueva fecha para el próximo encuentro de la mesa laboral.

Los representantes de las cajas hicieron ayer una nueva oferta en las condiciones de las prejubilaciones: abonar un 80% de lo fijado en el convenio y un 70% de las mejoras que cada caja contempla a mayores. Sin embargo, las entidades plantean mantener la edad de jubilación a los 63 años, lo que supondría una merma en las percepciones definitivas de las pensiones. Tampoco han aceptado las cajas mantener la aportación a los planes de pensiones de los trabajadores, tal y como plantean los sindicatos.

Los representantes de UGT, CC.OO., Csica y UEA han rechazado de plano este planteamiento, que supone el grueso del coste de la regulación de las plantillas. Y consideran que las posturas entre las dos partes aún están muy lejos en este capítulo.

Tampoco se acercan en lo que se ha denominado la armonización de las condiciones laborales. Desde las cajas se considera inasumible llevar a cabo mejoras que supongan costes en este momento, aunque se han mostrado dispuestas a supeditar las mejoras a cuestiones como el cumplimiento del plan de viabilidad de la futura entidad fusionada o a la devolución del crédito del Fondo para la Reestructuración Ordenada de la Banca (Frob).

Desde UGT se considera este aplazamiento de hecho en la homologación «inadmisible», y se exige que la «armonización» se lleve a cabo desde el primer momento de funcionamiento de la nueva caja. La plataforma que conforman el resto de los sindicatos considera que los trabajadores tienen que obtener de manera inmediata beneficios que les impliquen en el nuevo proyecto, aunque algunas mejoras puedan negociarse. Y, en cualquier caso, defienden incentivos para los niveles laborales más bajos.