Reportaje | a. caballero
«¿Quiere la Sama-Velilla?»
Una treintena de municipios navarros y alaveses se sometieron ayer a una consulta para saber si querían una línea de alta tensión: el 98% la rechazó
León mira de reojo hacia el este. La dirección que ayer marcó un hito en la lucha contra la alta tensión. Un logro sin contenido, puesto que su resultado no es vinculante, pero que ofrece un desfase claro entre la planificación del Gobierno y Red Eléctrica Española (REE) y los intereses de los ciudadanos. «Está usted de acuerdo con que la línea de alta tensión entre Vitoria y Castejón pase por el término municipal de su pueblo?» La respuesta en la treintena de municipios alaveses y navarros consultados arrastró un saldo de un 98,92% de rechazo, según la plataforma, que informó de que la participación llegó al 51,51%. Contundente respuesta de los vecinos de Marañón, Cabredo, Lapoblación-Meano, Aras, Aguilar de Codés, Azuelo, Torralba, Espronceda, Bargota, Armañanzas, Desojo, Sansol, El Busto, Piedramillera, Dicastillo, Aberin-Muniain, Morentin, Mirafuentes, Nazar y Barbarin, en el caso de Navarra. En Álava están convocados a las urnas Bernedo, Lagran, Peñacerrada-Urizaharra, Santa Cruz de Campezo-Kanpezu, Valle de Harana, Elburgo, Maeztu y Labraza.
A la vista de las 27.000 alegaciones y el seguimiento de miles de leoneses en las manifestaciones convocadas contra la Sama-Velila, el resultado en los trece municipios afectados por el tendido en la provincia, y por el concejo asturiano de Aller, no distaría mucho de lo cosechado en Navarra y el País Vasco, incluso con un aumento significativo de la participación. Villamanín, Pola de Gordón, La Robla, Vegacervera, Matallana de Torío, La Vecilla, Santa Colomba, Vegaquemada, La Ercina, Cistierna, Cebanico, Prado de la Guzpeña y Valderrueda estarían llamados a unas urnas sin colores políticos, vista la disposición contraria a la línea de todos los partidos políticos en la provincia, que están agrupados en el movimiento cívico junto a colectivos sociales y empresariales.
Por el momento, en León la actividad se encamina ahora a los juzgados, donde se presentarán los recursos contra el proyecto, en espera de que el Ministerio de Medio Ambiente publique la declaración de impacto ambiental. Los portavoces del movimiento cívico ya han anunciado que no cejarán en su empeño de frenar la línea, tanto en la vía judicial como en la administrativa e, incluso, en la calle, donde se ha escuchado ya si se quiere la Sama-Velilla.