Diario de León

Reportaje | Miguel Ángel Zamora

«Sobra el pasado, tenéis futuro»

El 112 asiste en la provincia a 1.349 accidentes de tráfico, la cifra más alta de la comunidad

Mari Paz Díez, Antonio Silván, Francisco Álvarez y José Manuel Cendón, en la entrega de diplomas.

Mari Paz Díez, Antonio Silván, Francisco Álvarez y José Manuel Cendón, en la entrega de diplomas.

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Carla Pizarro | León
León

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El consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, el subdelegado de Gobierno en León, Francisco Álvarez, el delegado territorial de la Junta para la provincia, Eduardo Fernández y el director del Centro Penitenciario de Villahierro, José Manuel Cendón, entregaron ayer los diplomas acreditativos de su aprovechamiento en los estudios a 47 internos de la Prisión Provincial que han tomado parte en el programa «Tecleando futuro».

La iniciativa ha sido puesta en marcha de forma conjunta por el Ministerio de Interior y la Junta de Castilla y León «en un ejemplo más de la importancia de la colaboración de las instituciones», remarcó el subdelegado, que acudió al acto en representación del Delegado de Gobierno en la comunidad, Miguel Alejo, ausente a última hora por un problema de agenda.

540 internos han participado en el programa educativo encaminado a iniciar en el uso de la informática a los reclusos de la prisión: «Muchos se iniciaban en el tema con esta iniciativa», explicó Cendón. «Hay que acabar con la imagen distorsionada que tiene la sociedad respecto a las prisiones. Es una labor muy importante por la que me gustaría felicitar a los funcionarios», destacó el subdelegado. «La revista In voce ya prepara su segundo número, hay un canal de televisión que se llama Ahora sí y está en fase final la preparación de una página web», advirtió el representante del Gobierno.

Silván se declaró especialmente ilusionado con la visita: «Tenéis que ver la vida aquí dentro pensando que es una preparación para cuando salgáis fuera. Estáis sembrando para recoger cuando disfrutéis de la reinserción social, que espero sea más pronto que tarde. Es un deseo compartido de libertad y futuro que espero llegue cuanto antes, porque allá de donde vengáis y sea cual sea vuestro pasado, os espera un futuro».

Marcos Álvarez, uno de los internos del centro, relató públicamente su experiencia: «La vida aquí dentro es dura de por sí, pero podemos mejorarla con los módulos de respeto. Yo estoy en el módulo de desintoxicación contra las drogas sin tener ni idea de informática y hoy sé diseñar una página web. Espero que cuando recupere la libertad pueda tener un futuro laboral. Somos 1.000 personas las que hacemos cursos y hasta nos preparamos con la Uned».

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