Tres personas distintas, un solo dios verdadero
Desde el Rubicón F. ramos
La política suele ser siempre una historia que se escribe en clave de vencedores y vencidos y si en un partido se ha cumplido esta premisa ése ha sido la UPL. Entre los leonesistas siempre ha habido vencedores y, sobre todo, muchos vencidos, cuyos cadáveres -”políticos-” han ido quedando en el camino. Incluso aquellos que se situaron por encima del bien y del mal están hoy fuera del ruedo político porque así lo quiso la fuerza de los votos. Hoy está previsto que la UPL escriba un nuevo capítulo en su historia de poco más de veinte años y en él, como entonces, habrá vencedores y vencidos.
Javier Chamorro será el próximo secretario general del partido y consigue sofocar la primeras llamas que, en el seno del mismo, se habían iniciado tras el anuncio de Enrique Soto de disputarle la dirección leonestista a Lázaro García Bayón. Chamorro vence y la UPL gana, pero Enrique Soto también, porque logra su objetivo de apartar a Bayón de la secretaría general del partido. ¿Quién pierde? El alcalde de Villaquilambre, que se presentó a sí mismo hace meses como el candidato que quería toda la militancia de la UPL y hoy se verá apartado de su deseo de controlarlo todo. Pero, además, esta maniobra de última hora frena el posible aterrizaje de Rodríguez de Francisco de nuevo en el partido, tal y como pretendía García Bayón, quien también tenía previsto recuperar para su causa a Abel Pardo.
Chamorro creyó que podría convivir hasta el 18 de abril con dos candidaturas, sin mojarse por una u otra, pero finalmente se ha dado cuenta que eso era algo impensable, entre otras cuestiones, porque uno y otro ya habían reclamado en privado su apoyo. El paso al frente dado por Enrique Soto es el que ha provocado el movimiento repentino y casi sin ser visto -”como en el escondite inglés-” del vicealcalde, que parece haber hecho suya esa frase que dice que «en política camarón que se queda quieto se lo lleva la corriente».
El todavía presidente de los leonesistas parece haber visto la corriente, el agua y la cuchilla que peló las barbas de algún otro no hace tanto y ha decidido convertirse en el único dios verdadero de la nueva UPL con tres personas.