Las ayudas a la calidad azucarera se mantienen pese a las pérdidas por frío
No habrá penalizaciones para los cupos que no se cubran por el duro invierno
El cultivo azucarero tiene incidencias por el frío.
Dos medidas de choque de aplicación inmediata van a tratar de aminorar las pérdidas que deja el invierno en los cultivos azucareros de León.
La raíz congelada llega a la molturadora tras el parón fabril al que obligó la nieve, la lluvia y el frío con descuentos elevados para el perfil de calidad que marca el convenio, y también con descuentos para el beneficio del cultivador. El sector primario y el industrial se han puesto de acuerdo para revocar en lo posible los efectos invernales en el cultivo que más rentabilidad aporta al campo leonés. O aportaba, en condiciones normales. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino interpretará las condiciones de la ayuda que envía Europa a primar la calidad de la remolacha azucarera, cinco euros, que se limitaba a las entregas que no superaran en fábrica un descuento de 25 punto. Con el hielo clavado aún en la fibra azucarera, se aplicará la media de descuento a todas las entregas realizadas por el mismo cultivador. Así, consideran los cultivadores, se reduce al mínimo la posibilidad que la baja calidad de la mercancía impida a los cultivadores percibir esos cinco euros que se vinculan a primar la calidad del género. Esta solución transitoria ha sido aceptada por todas las partes representadas en las negociaciones intersectoriales abiertas con el fin de evitar que la producción azucarera deje por la flanco climatológico un sinsabor entre el tejido productivo.
El segundo temor que se cernía sobre los cultivadores parece que también tiene un remedio acorde a la coyuntura crítica; la ecuación a menor calidad, menores rendimiento, por tanto, peores resultados, tiene efectos limitados una vez que en las mesas negociadoras que ha acordado que no habrá penalización la próxima campaña para aquellos productores que no cubran esta vez el cupo contratado debido a las malas condiciones que han perseguido a la remolacha azucarera en las vegas leonesas desde el pasado mes de diciembre.
Los ajustes dan un respiro al sector, que está pendiente aún de 300.000 toneladas de producción luego de un mes condenado a parar por el cielo.