Reportaje | l. urdiales
Guardas asturianos en monte leonés
Mieres contratará vigilantes para el puerto de Pinos esta primavera
Pinos sigue en el mismo punto. Los babianos que esperaban encontrarse con una mano amiga entre las instituciones de la provincia capaz de poner la intromisión de Asturias en territorio leonés bajo el prisma del respeto se encuentran ahora con un movimiento de incalculable riesgo para sus intereses: Mieres va a contratar guardas de seguridad para vigilar los pastos que tiene en una finca de su propiedad dentro de la provincia de León. Solución a la espera de los ganaderos de los pueblos babianos que de forma secular tienen derechos de aprovechamiento de los terrenos: hoy peor que ayer, pero mejor que mañana.
Se abre así un nuevo frente en la zona del puerto de Pinos, valle de Pinos arriba, en las novecientas hectáreas que sólo en los cuatro últimos años dan abasto para una tesis doctoral sobre la potestad territorial y el teatro del absurdo. Mieres , el ayuntamiento, da otro paso hacia el plan que desató el conflicto entre propietarios de la finca y usuarios por derecho histórico, y con el que quiere reordenar las normas de uso y aprovechamiento y perjudicar, así, gravemente a los pueblos leoneses. El lunes inició en Junta de Gobierno Local del ayuntamiento de Mieres el proceso para la contratación de un guarda rural y un auxiliar de guarda de cara a la campaña de pastos a desarrollar en el puerto de Pinos en 2010. En esa Junta de Gobierno se aprobaron las bases para la contratación de estos dos trabajadores que asumirán el control de los pastizales municipales de Pinos durante la temporada ganadera.
No es la primera vez que Mieres proyecta funciones de policía en Pinos, que está, aún, dentro de los límites de la provincia de León. Incluso, las ha aplicado: policías municipales de Mieres dirigieron el tráfico dentro del puerto de Pinos coincidiendo con una celebración festiva de la Virgen de Agosto, que lleva al alto leonés a miles de asturianos que pasan ese día en la finca, en donde hay también una ermita mariana.
La contratación de estos guardas cuestiona la promesa de la Junta de velar por los derechos de los pueblos leoneses.