La subvención de la PAC llega por vez primera al sector vitivinícola leonés
Las referencias para fijar los derechos de ayuda se refieren a las producciones de los años 2006 a 2008 o para los arranques de vides y el abandono de actividad
Un viñedo leonés en el sur de la provincia, en donde el sector está tomando cierta relevancia económ
La PAC llega al viñedo; un cuarto de siglo después de que el campo leonés se sometiera a los designios de Bruselas su futuro, la política agraria común ha fijado un plan de subvención para el sector vitivinícola. Durará cuatro años, y consiste en crear el derecho de la viña, que equivale a setecientos euros, y procede de una relación con el número de hectáreas que se han arrancado hace dos años o del número de toneladas de uva que se han empleado a lo largo de tres campañas de referencia para alcohol de boca o destilación.
Esos son los conceptos subvencionables que incluye entre sus novedades la PAC en el año 2010, que respetará los límites de ayuda las próximas cuatro campañas, fin del horizonte de aplicación del actual programa de la Política Agraria Común.
Primer grupo de beneficiarios: aquellos que en los años 2006, 2007, y 2008 destinaron producción de uva a transformación de alcohol de boca o alcohol de destilación. También se podrán activar derechos de la PAC en función del producto que fue eliminado con la intervención del Estado, que costeó con fondos públicos su destrucción debido a las cantidades extraordinarias de excedente que se acumuló como única salida posible al desfase entre la demanda y la oferta del mercado de la uva.
Un segundo bloque de nuevos beneficiarios PAC con el sector del viñedo añade más cuerpo al estupor que produce alguno de los objetivos que financia la Política Agraria Común con sus programas de financiación. No es la primera vez que se articula la entrada de dinero en un sector para incentivar el abandono de actividad; como en esta caso. Aquellos que acometieron arranques de plantas de vides en el año 2008 y no mantuvieron la dedicación de la viña podrán activar el derecho correspondiente -”700 euros por derecho PAC-” a partir de este mismo año y hasta el fin del periodo de vigencia del actual programa de política agraria. No tienen la misma suerte para la subvención los viticultores que acometieron los arranques de viñas para transformar la producción, mejorarla o incluir nuevas variedades. Estos no tienen acceso a las cédulas de derecho de cobro de ayudas, aunque en sus fincas se sigue produciendo uva, y de la uva el mosto, y del mosto el vino; y del vino la producción. La cadena productiva ha vuelto a quedar olvidada por la administración. La europea, en este caso.
Los potenciales beneficiarios de los derechos deberán activarlos a lo largo de este año, condición indispensable para poder traspasarlos o venderlos. Se da la circunstancia de que muchos de los viticultores a los que venía a rescatar esta normativa están ya fuera de actividad y no disponen de tierra para activar los cobros que les concede a cuenta la UE.
La aplicación de los nuevos derechos de cobro en base a la uva producida, o convertida en alcohol de boca o destilada tiene una bolsa de destinatarios llamativa en zonas donde el viñedo es casi un ecosistema a base de ocupar amplias extensiones; Castilla la Mancha o la zona murciana de Jumilla acaparan de forma insultante el núcleo de localización de los nuevos derechos. En la provincia de León se ubican por la zona de Valderas y Valdevimbre.
La compra de derechos de viñedo ya está presente en el objetivo de los especuladores, que han tocado la tecla adecuada para sus ambiciones económicas con la normativa que ha hecho la PAC un foco financiero del campo abandonado.