León, otro reino del vino y la uva a granel

Hace tiempo que los sindicatos agrarios alertan sobre la grieta del sector vitivinícola leonés, por la que escapa la opción del valor añadido del producto. La realidad habla de dos Denominaciones de Origen, de dos áreas de producción sometidas al corsé de los vinos de calidad, con un presencia dispar en los mercados relevantes y distinguidos. Y otra producción que no tiene nada que ver con ese flanco de glamour que rodea desde hace años el sector del vino de calidad. Por desgracia para la economía leonesa y para las posibilidades de desarrollo de las zonas de viñedo, Bierzo y Tierra de León, la catalogación de este tipo de producto aventaja en varios cuerpos a la cantidad de vino de etiqueta que se elabora cada año de las bodegas leonesas. Según las cifras productivas que ofreció el sindicato Asaja, dos tercios del vino que se produce en León se vende a granel; de la misma forma, dos tercios del vino en el que se transforman las uvas de las áreas de viñedos de la provincia no van a engrosar las marcas adheridas a Denominaciones de Origen, ni Bierzo ni Tierra de León; de la misma manera, dos tercios de los viñedos leoneses producen vino que entra en el mercado al por mayor, que se vende a granel. La principal consecuencia es que sólo 28.000 toneladas de uva de as casi noventa mil que producen cada año las viñas leonesas se destina a embotellar vino con las contraetiquetas de vino de marca, no sólo de DO.