La mesa laboral retoma la negociación la próxima semana

No se trata de una ruptura, sino de un parón en las negociaciones. Así valoró ayer el presidente de Caja España, Santos Llamas, el hecho de que los representantes de las dos entidades en proceso de fusión se levantasen el martes de la mesa que negocia el Protocolo Laboral. Llamas se reunió en la mañana de ayer en León con los representantes sindicales en la entidad, acompañado del director general, José Ignacio Lagartos; del director general adjunto, Javier Ajenjo, y de los representantes de los trabajadores en el consejo de administración de la caja.

El presidente agradeció a los sindicatos el trabajo realizado en las últimas semanas y la capacidad de negociación que han mostrado; y les explicó la situación actual del proceso, así como la premura que impone el Banco de España para acelerar los trámites de la fusión, que se están prolongando en exceso.

Fuentes sindicales coincidieron ayer en la necesidad de llegar a un acuerdo y en el convencimiento de que el proceso de fusión no tiene vuelta atrás. Sin embargo, reclamaron un acuerdo laboral «atractivo» que permita, por ejemplo, que el mayor número posible de trabajadores se acoja a las prejubilaciones, como fórmula de evitar otras formas más traumáticas de reducción de plantilla.

Desde la caja se explicó que esta reducción debe contar con la aprobación de un expediente administrativo (uno de los asuntos que ha bloqueado el acuerdo laboral) para disponer de la financiación suficiente para llevarla a cabo.

El caso es que los sindicatos con representación en Caja España confían en que la próxima semana, «cuanto antes», vuelva a convocarse la mesa laboral. Están pendientes del resultado de las conversaciones entre sindicatos y Caja Duero, donde los problemas para llegar a un acuerdo y las reticencias a la fusión son más acusadas.