Cerrar

Reportaje | a. caballero

Pasa-lela Bernesga

Después de 7 años deteriorada, el Ayuntamiento consigna, a la vez, 200.000 euros en presupuestos y un proyecto del Plan E para arreglar la pasarela peatonal

La pasarela del Bernesga es uno de los lunares más significativos de los proyectos pendientes y post

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Es el paradigma de León. La pasarela peatonal que comunica las márgenes del Bernesga, del estadio de fútbol a la plaza de toros, acumula más de siete años deteriorada. Siete años en los que se ha debatido su necesidad -”imperiosa para todos los partidos políticos, sin lugar a dudas-”; se ha reñido por si es competencia del Ayuntamiento, de la Junta, de la Confederación Hidrográfica del Duero o del Gaudí que se embelesa en Botines; se ha conseguido licitar y adjudicar la obra en el 2007, aunque se tuvo que retirar el encargo por la quiebra de la empresa adjudicataria; y se ha vuelto a licitar después, pero el proceso se retrotrajo sin esperar si quiera a las ofertas. Ahora, en el último presupuesto previo a las elecciones, aparece una partida en el capítulo de inversiones reales en la que se consignan 200.000 euros para la remodelación de la infraestructura, al tiempo que se plantea como una de las dos pasarelas incluidas en el proyecto del Plan E 2010 para la recuperación de cerca de 1,5 kilómetros en la cuña de confluencia de los dos ríos que abrazan la ciudad.

La pasarela casi nació combada. Cuando en abril y mayo del 2003 Rodríguez de Francisco, concejal de Medio Ambiente entonces, y Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta, rivalizaron por inaugurar dos veces el proyecto de recuperación medioambiental del Bernesga, que costó 4,1 millones, ya lucía un cambio de rasante curioso, motivado por la falta de calcio de las pilastras para contener la fuerza de las riadas del invierno precedente. El lunar en la obra quedó como una extravagancia e incluso se quitaron las vallas que impedían el paso a los vecinos, que no habían hecho mucho caso del obstáculo.

Siguieron sin hacérselo pese a la deserción paulatina de tablones y estructura metálica; tampoco se amilanó la valentía cuando la proeza requería la habilidad de un saltador con pértiga para completar el tránsito. Tuvieron que producirse las riadas del otoño del 2006 para que la pasarela capitulase, aunque necesitó un pequeño empujón municipal para que la brecha fuese más amplia que la zancada de un hombre.

Ahí sigue. ¡Todavía, si estuviera en el entorno del Musac tendría una explicación metafísica! Aunque la pieza en sí es más propia de un etnográfico. Desde que el río dejó de tener una sola orilla, estas cosas identifican a León.

Cargando contenidos...