Victorino no para

Victorino Alonso, el empresario del carbón, no para. En un momento en el que aún no ha pagado las nóminas aunque lleva camino de solución, no cesará la actividad en el lavadero de mineral que opera en Fabero sin licencia ambiental.

Ayer, desde la Junta de Castilla y León, su delegado territorial Eduardo Fernández dijo en Carucedo que estas instalaciones pueden funcionar sin licencia ambiental. Y ello, porque dicho lavadero es anterior a la entrada en vigor de la Ley de Impacto Ambiental.

Sin embargo, la postura de la Junta choca frontalmente con el informe jurídico del Servicio de Asistencia a Municipios (SAM). El alcalde de Fabero, el socialista Demetrio Alfonso Canedo, argumentó en su día que no concedió licencia al lavadero de Uminsa porque sí necesita licencia ambiental (la Junta dice ahora que no), y como no la tiene, el regidor no le firmó la licencia municipal de actividad. Con todo, el Ayuntamiento recibió ayer por fax el informe de la Junta y ahora, entre las dos administraciones, allanarán la actuación en el lavadero. El alcalde se apoyará en lo que dice la Junta para la licencia.

En Fabero hay vecinos y también políticos que se preguntan si en realidad existen dos formas de medir de la Administración. Una, la que aplican a Victorino Alonso a través de la empresa Uminsa, y otra al resto de contribuyentes. El asunto cuenta con un mayor calado jurídico, al entrar también en escena la Fiscalía, que está investigando la actuación en el lavadero Alicia de Fabero y la gestión desarrollada por el Ayuntamiento y la Junta.