León vuelve a exportar azúcar tras dos años de aplicación de la OCM
El excedente de producción se va a destinar al mercado exterior por acuerdo de la mesa nacional, a pesar de que no se cubre el consumo interno con el cupo oficial
Algo falló en el diseño de la OCM del azúcar. Tanto, que dos años después de aplicar el recorte que impuso la Comisión Europea, la producción vuelve a exportarse. Las organizaciones agrarias representadas en la mesa nacional del azúcar han dado el visto bueno a la operación, que llevará el azúcar excedentaria al mercado internacional a un precio ajustado y distinto del que se fija para los cupos oficiales.
No todo mundo lo ha celebrado.
Sí aquellos a los que la medida les permite cobrar el excedente a precios más altos que los que percibían cuando se destinaban a consumo industrial. La gracia llega de la mano de una concesión extra de la Unión Europea, que a los 1,3 millones de toneladas de azúcar que podía colocar fuera de sus fronteras une este año medio millón más, en busca de dar equilibrio a una balanza que desestabilizó de forma notable la comisaria Mariann Fischer. No le faltó ni empeño ni dinero: la carga financiera para animar el abandono también tiene excedentes. Más de 620 millones de los que se destinaron a incentivar el éxito de la OCM tendrán que reintegrarse las arcas de la Unión Europea porque no han encontrado cultivadores dispuestos a vender su futuro; al contrario. Los que se resistieron a abandonar tienen ahora varias barajas para jugar el tapete azucarero: además de la partida oficial, la de cuota, está el colchón del reporte, que puede llegar al 10%. Y la suplementaria, que se cotiza a 26 euros y esta campaña podrá elevar los límites después de que en el sur se haya sucedido un invierno algo más agresivo en lluvias, si cabe, que el registrado hasta ahora en la zona norte.
El mercado azucarero no deja de sorprender; antes del próximo sobresalto deja constancia de que tardará en desprenderse de los efectos del brutal recorte que acometió Fischer. La caída de rendimiento de la actual cosecha azucarera por mor de la climatología pone en riesgo que la industria azucarera sea capaz de alcanzar el compromiso adquirido de mandar a la exportación 50.000 toneladas de azúcar, lo que le va a corresponder a España de acuerdo con el cupo extra de medio millón concedido por la Unión Europea para mandar a la exportación el excedente, apurado por el nuevo orden de escasez de azúcar. Y si no cubre los cupos solicitados tendrá que desviar remolacha de reporte, incluso de la suplementaria.
De cualquier forma, la decisión de exportar (a pesar de que España acumula un déficit para alcanzar el consumo interior de 700.000 toneladas) revela el fracaso de la OCM, sólo atenuado por la cuantía de las indemnizaciones que acompañó a los abandonos. Los 12 euros por cada tonelada abandonada, más otros 40 que se cobrarán esta misma primavera de acuerdo con la media de los cupos de contrato entregados en los últimos años en las azucareras que se cerraron a cuanta del recorte del 50% en la cuota oficial. Esa indemnización por toneladas en León no llega a más de seis euros.
Así se presenta el nuevo horizonte para los cultivos azucareros en León, ahora atenazado por la incertidumbre del final de la campaña, con 180.000 toneladas enterradas bajo tierra inaccesible a causa de la lluvia y un riesgo de pérdida de riqueza elevado. Los descuentos elevados están a la orden del día; con el descontento de los cultivadores, que echan a sus espaldas las consecuencias de un invierno infernal. Sea cual sea el resultado final, no quedarán cargas para la próxima campaña. Con exportación incluida.