Villaquilambre recorta gastos e integra la Oficina de la Vivienda en Consumo
El área de Bienestar Social disminuye un 14% su presupuesto, pero garantiza que no eliminará las ayudas a mayores y mujeres y que mantendrá el personal
El Ayuntamiento de Villaquilambre sigue apretándose el cinturón para encarar un año con una importante merma de los ingresos. Entre las medidas ya consensuadas destaca la integración de la Oficina de la Vivienda, creada en el 2007, en las instalaciones de Consumo, puestas en marcha recientemente en el edificio de los juzgados.
La concejala de Bienestar Social, Pilar Reguero, responsable de esa oficina, reconoce que la situación económica «es tremendamente grave» y que si la coyuntura exige recortar, «hay que hacerlo sin dudar. Es mejor cortar un dedo que un brazo, y si no vamos a ser capaces de rebajar los costes y de controlar el gasto, la situación puede desbordarse, que es peor», admite.
En su área, el tijeretazo será de un 14%, aproximadamente, que se centrará en el traspaso de la Oficina de la Vivienda, en rebajas en los talleres de empleo y en la no gratuidad de algunos cursos. Reguero explica que el Ayuntamiento apuesta «por aplicar la economía casera de rentabilizar los recursos, por ejemplo, haciendo coincidir cursos, charlas y exposiciones en un mismo edificio y horario para ahorrar calefacción, luz e infraestructuras».
La concejala garantiza, no obstante, que las ayudas a los desfavorecidos, los mayores y las mujeres no van a sufrir recortes y tampoco el personal. «La ciudadanía puede estar tranquila porque las becas, la ayuda a domicilio o los planes de alimentos no van a experimentar cambios», remarca.
La crisis también ha tenido su reflejo en el aumento del número de pisos en alquiler, según constató la oficina de vivienda. Al parecer, la imposibilidad de vender o la falta de ingresos para escriturar está obligando a los titulares de las pisos a arrendarlos. Lo mismo sucede con aquellos que quieren cambiar de vivienda y no logran vender la que ocupan.