Los puntos de encuentro facilitan el contacto con sus familias a 447 menores
Familia e Igualdad de Oportunidades regula con un decreto el funcionamientode este servicio, que gestiona la Asociación para la Protección del Menor
Los puntos de encuentro son para hijos de padres divorcios.
Los tres puntos de encuentro familiar de la provincia de León (León, Ponferrada y San Andrés) atendieron el año pasado a 447 menores, 76 más que el año pasado, de los que 211 acudían a este servicio por primera vez. Los puntos de encuentro familiar son servicios que se han puesto en marcha en los últimos años para facilitar el encuentro entre los hijos e hijas y los progenitores no custodios (u otros familiares) en caso de separaciones o divorcios conflictivos.
En los tres puntos de encuentro de la provincia fueron atendidas 321 familias, de las que 144 recurrían a este servicio por primera vez. y 134 por causas de violencia de género y 44 con medidas de protección a la infancia. En cincuenta y dos de estas familias había un miembro extranjero.
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades publicó ayer el decreto que regula el funcionamiento de este servicio, que supone la regulación de este sistema de mediación, gestionado por la Asociación para la Protección del Menor. Castilla y León cuenta con una red de puntos de encuentro en los que se atendieron el año pasado a 2.194 menores, 250 más que el año anterior .
El 91% de los nuevos casos que se atienden en el centro de León, situado en la calle Padre Isla, son procedentes de situaciones familiares conflictivas y remitidos por un juez. El 10% restante procede de los servicios de protección a la infancia. La coordinadora del punto de encuentro en León, Carmen Gutiérrez, asegura que actualmente hay un menor cuyos padres han decidido, por mutuo acuerdo, recurrir al servicio.
El 95% de las familias que se ven obligadas a utilizar el punto de encuentro son progenitores separados o divorciados y el resto acogedores que llevan a los menores a un encuentro con sus familias biológicas. En un 2% de los casos los encuentros se producen con los abuelos y un 1% con tíos o entre hermanos.
Intervención psicosocial. Entre los objetivos de los puntos de encuentro está el de la intervención psicosocial, «con nuestro trabajo muchas veces no respondemos a las expectativas que tienen muchas madres o padres que no quieren que sus hijos e hijas se relacionen con el otro progenitor, pero nosotros tenemos que cumplir con lo que el juex ordena y vigilamos los encuentros. Muchos niños vienen diciendo que no quieren irse con su progenitor no custodio, pero luego vemos que se abraza a él. Hay padres y madres que utilizan a los niños. Nosotros tenemos que comunicar al juez cualquier incidencia».
El protocolo judicial exige que si el progenitor tiene una orden de alejamiento de la madre, hay que cuidar los tiempos y las distancias para que los dos progenitores no coincidan», asegura la coordinadora del centro de León.