CONCURSO DE REDACCIÓN DIARIO DE LEÓN
La libreta y el vagabundo
Érase una vez una libreta que quería ser reciclada.
La familia con quien vivía, no reciclaba. se cansaron de ella y la tiraron con toda la basura orgánica.
La bolsa en la que estaba metida no estaba bien cerrada. Un vagabundo que pasaba por allí vio la libreta y comprobó que le servía. El mendigo la guardo con mucho cariño para apuntar todas las cosas que le ocurrían. Cada tarde el vagabundo se sentaba en un banco y escribía sus cosas, quería ser un gran escritor, pero siempre que lo intentaba no lo conseguía porque como era un mendigo no lo aceptaban.
La libreta estaba muy feliz porque se sentía útil con su nuevo dueño. Cuando ya de verdad su uso finalizó, su dueño la llevo al contenedor azul. Allí se vio rodeada de muchos compañeros y compañeras por lo que estaba encantada, pero se sentía nerviosa pensando que sería en su nueva vida. «¿Seré una libreta otra vez? ¿Seré una cajita para meter un perfume? ¿Quizás un cuento maravilloso? ¿Un libro de texto? o ¿un folio para que alguien escriba en él?
Por fin llegó el día en que vino el camión de recogida de residuos y se la llevó para comenzar otra vida. Después de todo el proceso de reciclado la libreta se convirtió en una nueva, que el vagabundo compró un día con la limosna que recibía y en ella continuó escribiendo sus bonitas historias.
El reciclaje es bueno para todo. Para no deteriorar el medio ambiente, para ahorrar energía y materias primas.
Sí reciclamos el papel, como ha hecho nuestro vagabundo, no solo salvamos los árboles, sino que ahorraremos gran cantidad de energía y agua.
«Reciclemos todo lo que podamos y con mucho cuidado de no hacerlo mal.»
Paula Calvo Nicolás.
5° E.P. Colegio: Virgen Blanca