Los sindicatos no quieren prisas ni presiones en la mesa laboral

Sin prisas de última hora. Los sindicatos con representación en la mesa que negocia el Protocolo Laboral de Caja España y Caja Duero reconocen que desde que las entidades rompieron el diálogo y se intensificaron los contactos individuales se han producido importantes avances. No esconden tampoco que el acercamiento definitivo es posible, aunque según el sindicato la viabilidad del acuerdo se vea más próxima o más lejana. A lo que no están dispuestos es a firmar sin más en los próximos días el Protocolo que establecerá las condiciones de reducción de plantilla y oficinas, y la homogeneización de las condiciones laborales de las dos entidades.

Las cajas tienen preparado desde el pasado fin de semana un documento con las propuestas reformadas según las conversaciones mantenidas con los sindicatos. Sin embargo, las diferencias entre las dos cajas y las dudas sobre el resultado de los consejos de administración celebrados el martes aconsejaron a los representantes de los trabajadores esperar a que se despejaran las dudas sobre la viabilidad del proceso antes de retomar las conversaciones.

Ahora Caja Duero se ve en la necesidad de contar con el pacto laboral el lunes, para cumplir el compromiso anunciado de no aceptar la fusión si antes no había acuerdo laboral.

Los sindicatos, incluso quienes como Csica votaron a favor de la fusión, consideran imposible cerrar el acuerdo en esa fecha. Además del acuerdo, los servicios jurídicos de los sindicatos deben estudiar el documento; y el acuerdo debe pasar por los órganos de gobierno de las centrales.

Los sindicalistas critican el tiempo perdido en las últimas semanas, y rechazan las presiones para ultimar ahora el acuerdo.

La mesa laboral está formada por la plataforma que componen CC.OO., Csica y UEA, así como por los representantes de UGT. Este último votó en los dos consejos de administraicón contra la fusión. También lo hizo CC.OO. en Caja Duero.