Un ERE silencioso de 3.500 personas a la semana

«Hay una gran distancia en el trato que se les da a unos colectivos y a otros. Actualmente hay un ERE silencioso que afecta a 3.500 personas a la semana, el número de autónomos que abandona su actividad; pero todo el mundo prefiere mirar para otro lado. El Gobierno opta por defender con todo su aparato 900 empleos en una fábrica de Zaragoza».

Lorenzo Amor se lamentó ayer de que ninguna de las medidas adoptadas por el Gobierno para paliar los efectos de la crisis haya tenido como destinatarios a los trabajadores autónomos. «Sólo la capitalización del paro ha permitido que 34.000 desempleados se conviertan en autónomos».

A cambio, las líneas del ICO no llegan a los asfixiados negocios de este colectivo de trabajadores, la morosidad pública y privada sigue lastrando las cuentas de estos empresarios y las ayudas y prestaciones públicas excluyen sistemáticamente al colectivo. «No tenemos paro. A los desempleados se les amplía la ayuda de los 420 euros para cuando se les acaba la prestación del desempleo. Y dicen que no van a dejar a nadie en la cuneta. Pero hay 270.000 trabajadores autónomos en paro que no tienen derecho a cobrar nada. Y están arruinados porque responden de su actividad con su patrimonio».

El presidente de ATA asegura que las administraciones y sus medidas «están muy lejos de la realidad económica del día a día». Y denuncia que la «protección social y la solidaridad no puede estar sólo para unos colectivos, abandonando a otros».