La decisión de Vestas hace peligrar 3.000 empleos pendientes en industria auxiliar

El hecho de que Vestas Nacelles Spain esté «reconsiderando» la ejecución de su plan de expansión en la planta que tiene ubicada en Villadangos, que supone una inversión de 50 millones de euros (ya en marcha) y la creación de 500 nuevos empleos, no sólo afecta a la multinacional que hace cuatro años decidió instalarse en León. El proyecto estratégico de Vestas en León ha despertado el interés de toda una serie de empresas auxiliares que negocian ya (algunas en fases muy avanzadas) su instalación en el polígono industrial de Villadangos. Fábricas auxiliares cuyas previsiones suman casi 3.000 empleos, según el alcalde de la localidad, Teodoro Martínes. Martínez mostró ayer no sólo su «enorme preocupación», sino su «monumental enfado» por la acumulación de factores que han puesto en entredicho la rentabilidad de un proyecto que en parte estaba ya ejecutado. El alcalde exige a Gobierno central y a la Junta de Castilla y León decisión y actuación; y a las empresas del sector eólico que apoyen al resto de las compañías que han decidido apoyar por la comunidad, en lugar de hacer sus encargos a compañías de otros territorios.

Reconsideración. Según informó ayer Diario de León, Vestas se está replanteando concluir los proyectos de expansión que tenía previstos para la planta que tiene en Villadangos, a la vista de la paralización del sector, debida en buena parte a las erráticas políticas energéticas (que por una parte fomentan determinadas energías limpias y por otra imponen barreras administrativas para controlar las primas que cobran las empresas de las renovables). La empresa había anunciado a finales del 2008 un plan estratégico que contemplaba la ampliación de su capacidad productiva a través de una inversión de 50 millones de euros; un proyecto que en empleo se traducía en sumar a los casi 400 puestos de trabajo actuales otros 500, que podrían alcanzar los 700. Sin embargo, la falta de pedidos ha llevado a la multinacional danesa a replantearse sus previsiones para León (previsiones que había anunciado incluso en la Bolsa de Londres, donde Villadangos figuraba entre las tres grandes inversiones de la multinacional a corto plazo en todo el mundo).

El caso es que la apuesta de la multinacional había despertado el interés de un núcleo de empresas de fabricación de elementos auxiliares a las instalaciones eólicas, que desde hace meses tramitan su instalación en el polígono de Villadangos. Unos proyectos que podrían abortarse en el caso de que Vestas decida finalmente paralizar su ampliación.

Industria. La paralización de los proyectos eólicos anunciados (multimillonarios en inversión y con el visto bueno inicial de las distintas administraciones) ha puesto contra las cuerdas a la industria de componentes eólicos que en los últimos años se había desarrollado con mucha fuerza en la provincia. La práctica totalidad de las compañías del sector, ubicadas en su mayoría en El Bierzo, llevan meses peleando con los expedientes de regulación o extinción de empleo y su situación actual es crítica.

Sólo Vestas había resistido sin conflictos el más de un año de bloqueo de los proyectos eólicos pendientes en la provincia y en la comunidad. Hasta ahora. El parón eólico es uno de los motivos de esta advertencia. Pero no es el único.