Sólo el 10% de los profesores jubilados terminó la carrera docente con 65 años
La convocatoria del 2009 registró la baja forzosa de 17 profesionales de la enseñanza de León, frente a los 137 que optaron por dejar de dar clase de forma voluntaria
Los profesores apoyan la prórroga de la jubilación anticipada.
Son muy pocos los profesores que terminan su carrera docente con 65 años. La mayoría prefiere acogerse a la jubilación anticipada y dejar de dar clase en el entorno de los 60 años. La Ley Orgánica de Educación estimula las prejubilaciones, pero los docentes sólo podrán acogerse a este sistema de bajas hasta el 2011, pese a la demanda generalizada que existe para que se prorrogue indefinidamente.
La última convocatoria, la del 2009, registró la jubilación voluntaria de 137 profesores en León -"100 maestros y 37 de secundaria-". Sólo 17 profesionales de la enseñanza optaron por llegar a los 65, el 10% del total.
Así, la implantación de la LOE prejubilará cerca de 650 docentes en sólo cinco cursos, desde el 2005-2006, la décima parte de la plantilla. La tendencia durante la última década marca un crecimiento exponencial. Los acuerdos con el Gobierno y la Junta para gratificar económicamente la jubilación voluntaria empujaron a la mayoría de profesores a dejar la actividad profesional. Un año antes de sellar este pacto, sólo 232 maestros y 29 docentes de enseñanzas medias eligieron prejubilarse en Castilla y León. Un curso después la cifra subió hasta los 377.
Los docentes que dejaron de dar clase con menos de 65 años y acreditaron treinta años de servicio reciben la misma pensión que si continuaran trabajando. Estos incentivos pretenden refrendar el relevo generacional y rejuvenecer las plantillas, aunque la situación de las arcas públicas y, por tanto, los criterios economicistas dominan de momento a las reivindicaciones del profesorado. Si la administración educativa no cambia de opinión, los profesionales de la enseñanza deberán estar en activo hasta los 65.
Esta dilatación de la vida laboral del profesorado tendrá también consecuencias para las próximas convocatorias públicas de empleo. La Junta, al igual que el resto de gobiernos autonómicos, tendrá que ajustar a la baja el número de plazas que oferte para las distintas especialidades. Si las jubilaciones bajan también disminuirán las vacantes y aumentará, en parte, la interinidad.
Todos los sindicatos han redactado un manifiesto para que el ministerio y las consejerías del área satisfagan la petición de la comunidad docente y den continuidad a las prejubilaciones.