La lluvia saca de quicio a los ríos con los embalses repletos
La nieve regresará hoy a la zona norte de la provincia y empeorará la situación
Otra borrasca para colmar el vaso; esta vez ya no hay margen para retener, ni hueco libre en el almacén. El agua toca ya la salida de emergencia de las presas, a rebosar desde esta semana, una vez que la última entrega de lluvia ha eliminado la mitad de la capa de nieve de la cordillera y ha puesto la entrada a los embalses a nivel de una riada. Ese ruido, ese runrún de las avenidas, de los cauces ensañados, corre río abajo y devuelve el miedo a las riberas, que se preparan para la quinta inundación del año hidrológico. La misma tierra polvorienta de octubre ahora supura agua; y las previsiones anuncian más, aún. Igual que la tendencia creciente de las que arrastran los cauces fluviales, fuera de órbita ya en tramos altos de los ríos, que la noche pasada llevaban la avenida hacia el sur, hacia una nueva inundación de los campos y cultivos, hacia más daño por exceso.
Además de la lluvia, a León se le presenta en la mitad norte el problema de la nieve, que contribuirá a agravar los riesgos propios de la saturación de agua. Además. la subida de las temperaturas va a hacer el resto. En el pantano del Porma, la reserva está apunto de alcanzar los aliviaderos de la presa; otro tanto pasa en el Luna, raquítico crónico, que está ya en disposición de soltar agua. Le faltan 25 hectómetros para rebosar. El Esla arrastraba ayer un caudal en zonas altas con las que avanza las inundaciones. La quinta avenida está en marcha.