La Ley de Desarrollo Rural no atiende a las zonas más deprimidas de León
El mapa definitivo que clasifica a las comarcas a revitalizar deja fuera a los 36 municipios más pobres de la provincia leonesa, que alegaron en vano la exclusión
Una comarca leonesa como la ribera del Cea a la que no dé amparo una ley basada en la discriminación positiva es como si un articulado en defensa de los cetáceos no tiene en cuenta a las ballenas. Esta es la paradoja de la aplicación práctica que la Ley de Desarrollo Rural va a tener sobre la provincia leonesa, ratificada tras la resolución de alegaciones al catálogo de zonas sobre las que se debe actuar.
La norma sustenta criterios para permitir hasta tres sistemas para actuar: una urgente, denominada zona a revitalizar, o nivel 1. Esta es la clasificación golosa a la que aspiraban a acceder los municipios con peor renta percápita de León, con los parámetros económicos más raquíticos de toda la provincia, con la pirámide poblacional más castigada por el envejecimiento, la nula presencia de jóvenes, la misma que de oportunidades con actividad alternativa al sector primario. En esas zonas, hasta el sector primario es un fenómeno en proceso de extinción. Como el hombre.
Y se han quedado fuera de la respesca más de una treintena de ejemplos de este tono. Que se exponen desde ahora a no recibir un euro de todas las actuaciones con la etiqueta de rescate, de intervención a vida o muerte. Salvó el corte La Cepeda, ayuntamientos de Villagatón, Magaz de Cepeda y Villamejil, de la mano del PSOE y Óscar López, que alegaron a favor de la inclusión de este territorio a petición de un líder político local. No tuvieron la misma suerte otros treinta y cinco municipios, con igual -”o peor-” situación socioeconómica que los señalados por el dedo salvador de la Ley de Desarrollo Rural, que mama del principio de la discriminación positiva. Zona a revitalizar relega a zona intermedia y zona periurbana a la hora de recibir dinero promotor de actividades que cambien el destino de los pueblos más pobres y deprimidos de León. En la clasificación final y en vista de que el articulado de la ley que sacó adelante hace dos años el Gobierno de Zapatero lo permite, la Junta de Castilla y León igualó al resto de municipios en estas dos consideración. El resultado para la carga de esos dos vagones será idéntica: no les llegará el presupuesto que absorberá la prioridad de los proyectos que se presentes en los territorios de nivel 1.
El resultado del primer paso en la aplicación de la Ley Rural en León ya está escrito: los municipios más deprimidos no serán rescatados.