Caja España ha vendido ya un 0,5% de Ebro y se desprenderá de todo
La entidad ha obtenido unos 11 millones por las casi 800.000 acciones vendidas
Caja España inició la venta de las acciones el mes pasado.
Caja España se ha desprendido ya del 0,511% del capital de Ebro Puleva, y seguirá el proceso de desinversión hasta deshacerse de la totalidad de su participación en el grupo alimentario, según confirmaron fuentes de la entidad. La caja con sede en León tenía un 5,161% del capital social de Ebro, en total 7.940.277 acciones. Desde el pasado 16 de marzo se ha ido deshaciendo de pequeños paquetes de títulos, hasta completar con los 120.000 vendidos ayer una desinversión del 0,5% del accionariado, algo más de 786.000 títulos en total. Con un precio medio según los distintos días de 13,7 euros por acción, la caja ha ingresado hasta el momento alrededor de 11 millones de euros en este proceso.
Desde Caja España reconocían ayer que la estrategia marcada por la dirección de la entidad (que se sigue también en Caja Duero, ambas en proceso de fusión) es ir desprendiéndose de la totalidad de las acciones de Ebro Puleva. Al no haber encontrado comprador para el conjunto del capital social acumulado, la venta se realizará en el mercado de valores de forma gradual.
Caja España ya comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su intención de vender su participación en el grupo alimentario, aunque advertía ya entonces que la venta queda condicionada a «que se den las adecuadas circunstancias de mercado». Un principio que se mantiene, según la entidad, que advierte de que seguirá sacando a la venta paquetes de títulos «en función de la idoneidad de las condiciones del mercado».
Tras las últimas ventas, realizadas ayer, la participación de Caja España en Ebro Puleva queda reducida al 4,64% (algo más de 7,15 millones de acciones).
La misma estrategia. Por su parte Caja Duero, que tenía una participación del 6,158% de Ebro Puleva con casi 9,5 millones de acciones, ha iniciado también la venta de paquetes accionariales para ir desprendiéndose del negocio. La semana pasada redujo su participación hasta el 6,068%.
Ambas entidades financieras anunciaron a finales de febrero su intención de desprenderse de la parte del capital social que ostentan en el grupo agroalimentario. El objetivo es obtener fondos con los que afrontar la devolución del crédito del Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que ambas tienen que solicitar para abordar su proceso de fusión, y que asciende a 525 millones de euros.
Además, las cajas recuerdan que entraron en el negocio de Ebro cuando se hizo con el negocio azucarero de Castilla y León, a través de una operación impulsada desde la Junta por considerar este sector prioritario para la economía de la comunidad.
La venta recientemente del negocio remolachero de Ebro a British Sugar ha llevado a las cajas a materializar las plusvalías de la inversión en el grupo alimentario para afrontar el coste de su proceso de fusión, que se considera prioritario en este momento.