La medicación provoca ludopatías y celos excesivos

El diagnóstico parkinson es un mazazo para el enfermo que se enfrenta a una enfermedad neurodegenerativa, crónica, progresiva, de causa desconocida, que afecta a las estructuras del cerebro encargadas del control y coordinación de los movimientos.

El único tratamiento es la medicación y la levodopa y la dopamina provoca graves efectos secundarios en el comportamiento de los afectados, como el aumento de las ludopatías y celos infundados, «ésto lo conoce poca gente y a nosotros nos condiciona la vida», asegura el vicepresidente de la asociación de León. «La medicación, teóricamente, es para conservar la calidad de vida, pero luego necesitamos más medicación para controlar los efectos secundarios y así nos metemos en una cadena de la que es difícil salir», asegura Rebollo. «Los enfermos se sienten culpables por jugar, por tener celos, por ver cómo de pronto los cambios de humor afectan a la convivencia con la familia».

Ante esta situación, el objetivo prioritario de la asociación es que los enfermos acudan a las terapias que se organizan en la sede, que les ayuda a no caer en el desánimo.