El coste de la paz social en la gestión de los residuos
Gersul logró frenar la huelga anunciada por los trabajadores del CTR y sus plantas satélite con la firma de un preacuerdo con el comité de empresa de la UTE el lunes 15 de marzo, justo una semana antes de que comenzara el tercer paro de la plantilla cuyo epicentro estaba fijado en las vacaciones de Semana Santa.
El consorcio firmó sin conocer si la empresa estaba o no dispuesta a pagar el coste de este acuerdo: un convenio (con vigor durante los años 2009, 2010, 2011 y 2012) que dará relevó al que expiró el 31 de diciembre del 2008.
Permitirá una revisión salarial anual con un incremento de acuerdo al IPC, el mantenimiento del plus de antigüedad, así como la decisión del trabajador de optar por indemnización o readmisión a la empresa en caso de sentencia por despido improcedente.
El acuerdo también incluye un punto irrenunciable para la plantilla: la readmisión del presidente del comité de empresa, Honrado Martínez, despedido hace unas semanas por la UTE .
Tras conocer este preacuerdo con los trabajadores firmado entre Gersul y el comité de empresa, responsables de Legio VII se apresuraron a comunicar que no financiarían el coste del nuevo convenio ni aceptaban tampoco que Martínez volviera a la plantilla.
Ante esta situación, el presidente de Gersul, José Antonio Velasco, aseguraba que si finalmente la empresa no accede a financiar parte de este convenio, tendrá que pagar los costes en solitario para cumplir el compromiso que alcanzó con los trabajadores y que logró evitar una larga huelga.
Para presionar, ahora el consorcio ya ha anunciado que no colaborará con la UTE en la financiación del plan de soterramiento del depósito de balas de Santa María del Páramo.