El yacimiento que esconden los 12.000 cotos de caza de la provincia

La Asociación de Guardas Particulares del Campo y Caza entienden que al tratarse de una figura estatal, reconocida por el Ministerio del Interior como agentes de seguridad o vigilancia, puede chocar con otros agentes de ámbito autonómico. «Pero eso no debería limitar nuestra intervención en espacios de uso público, ante la preservación de bienes de distinta naturaleza en el ámbito natural, porque estamos formados y capacitados para ello; pueden coexistir, como de hecho coexisten en otros territorios fuera de Castilla y León», implica López Aparicio.

Y a otros territorios mira este guarda de campo, precisamente, para tratar de explicar todo lo que conllevaría acercar los cotos a lo que dice la ley; profesionalizarlos, en todos sus ámbitos. «Una hectárea de caza en La Mancha produce más que diez de grano en Castilla y León», compara para abordar lo que el rendimiento cinegético está por alcanzar en esta provincia. Un territorio en el que están registrados más de 12.000 cotos de caza, un suelo tan amplio, un tejido natural con tantas posibilidades, que en la misma cifra acierta a orientar sobre las oportunidades laborales que para este colectivo traería con la obligación de vigilar los cotos. «Eso contribuiría a asentar población en el entorno rural, pero a partir de crear empleo».