El comedor del transeúnte casi duplica en un año las comidas a necesitados

«La crisis está detrás de la avalancha de personas que este año han recurrido al comedor de la Asociación Leonesa de la Caridad para desayunar, comer y cenar cada día». Esta es la explicación de Alejandro López Caride, presidente de la entidad que el año pasado repartió 86.297 servicios de comedor entre desayunos (19.716), comidas (38.890) y cenas (27.691). Estos datos reflejan un aumento de casi el doble de personas que llamaron a la puerta de las dependencias situadas en Puerta Obispo para reclamar un plato de comida caliente. «Tenemos una importante preocupación porque notamos que a diario aumentan las personas que solicitan ayuda», afirma Caride.

El perfil del usuario de este servicio también ha variado en el último año. Los efectos de la crisis tienen sus primeras víctimas entre los trabajadores menos cualificados. El 18,35% de los atendidos acudió a este servicio por encontrarse en paro. Por eso, la mayor demanda de ayuda para comer la piden personas con una edad media, entre los 39 y los 48 años. «Estas personas antes no venían y ahora representan el porcentaje más alto, casi un 31% de los que atendemos». Se han incrementado las ayudas a las personas pensionistas.

La memoria de la Asociación Leonesa de la Caridad vuelve a desmontar un tópico. Los inmigrantes no son lo que más incremento de ayuda han necesitado. Al comedor de la oenegé llegan españoles, tanto de León como del resto de las provincias de la comunidad. «El número de usuarios indocumentados desciende y aumentan los documentados».