Roban y causan daños en un parque de Villarrodrigo por valor de 5.000 euros

El parque infantil situado en el sector de actuación urbanística 20I, de Villarrodrigo, ha sufrido el robo de parte de su suelo, confeccionado con losetas de goma que amortiguan las caídas, y de su recién estrenado mobiliario de juegos. Los daños al recinto y lo sustraído supera los 4.871 euros, según el informe elaborado por los técnicos municipales. El concejal de Seguridad, Julián Viñuela, reconoce que la zona donde se ubica el parque está apartada del núcleo de población, en un sector urbanístico en desarrollo, lo que pudo propiciar el robo. De hecho, fue otro concejal del Ayuntamiento quien alertó de los destrozos al pasear, por causalidad, junto al parque.

Viñuela explica que los agentes de la Policía Local de Villaquilambre no operan por las noches, de ahí que se haya trasladado una queja a la Guardia Civil de Armunia para solicitar que refuercen la vigilancia nocturna de los parques del municipio.

El Ayuntamiento también anuncia que actuará con contundencia contra los responsables de posibles daños, al tiempo que ha abierto una investigación del robo en Villarrodrigo.

En concreto, los ladrones se llevaron dos juegos infantiles tipo muelle silueta, varios elementos de un juego con túnel y tobogán y buena parte de las baldosas de caucho. Además, provocaron destrozos en un balancín, que intentaron sustraer, pero que debido a sus dimensiones abandonaron en la calzada, así como otros daños generados por el desmontaje de los juegos.

Villaquilambre ya ha sufrido otros actos vandálicos. Durante el pasado verano los gamberros se cebaron, especialmente, en los aspersores de los parques y jardines, donde llegaron a romper hasta 400 piezas, dándoles patadas o golpes con algún objeto, según han constatado fuentes policiales. El Ayuntamiento reclama un poco de «cordura» para frenar los destrozos en el mobiliario urbano, que han causado pérdidas, sólo en los sistemas de riego, de 7.900 euros a las arcas municipales. También recuerda que el patrimonio de Villaquilambre es de todos los vecinos y si se daña, el dinero para reponerlo sale de los bolsillos de las propias familias.

El curso pasado se destinaron otros 2.000 euros para reparar los destrozos que se sucedían cada fin de semana en el colegio de Navatejera. Esas gamberradas, unidas a los asaltos y quemas que sufría el Punto Limpio, motivaron la instalación de cámaras de vigilancia en las zonas más conflictivas. Unas medidas que están dando resultado, pero que no llegan a todos los rincones del municipio.