Las Cabezadas se convierten hoy en una exaltación del Reino de León
La conmemoración del 1.100 Aniversario reúne en San Isidoro a europarlamentarios españoles en un homenaje a la cuna del parlamentarismo
La Real Colegiata de San Isidoro volverá a ser hoy (12.00 horas) lugar de encuentro dialéctico entre el Ayuntamiento y el Cabildo Isidoriano en la tradición de Las Cabezadas, que como cada último fin de semana de abril congregará en la plaza de esta joya del románico a cientos de fieles, una fiesta con la que se conmemora el agradecimiento del pueblo leonés por la rogativa de lluvia en el año 1158, cuando la sequía acuciaba.
La conmemoración este año del 1.100 Aniversario del Reino de León trae en esta ocasión hasta la cuna del parlamentarismo europeo a los eurodiputados socialistas Juan Fernando López Aguilar e Irache García, los populares Jaime Mayor Oreja y Agustín Díaz de Mera y el representante de UPyD, Francisco Sosa Wagner.
Los hechos que rememoran las Cabezadas se remontan al año 1156, cuando los leoneses decidieron sacar en procesión a los restos de San Isidoro como rogativa de lluvias, pero en Trobajo del Camino comenzó a llover de tal forma que quienes portaban al santo no pudieron con él y tuvieron que dejarlo en el suelo. Entonces, la reina Doña Sancha permaneció tres días y tres noches orando y en ayuno, hasta que aparecieron cuatro niños que consiguieron portar de nuevo al santo y devolverle a su templo, por lo que ofrecieron un cirio y dos hachas de vela.
En agradecimiento por este y otros milagros que sucedieron después, la ciudad, representada por su Ayuntamiento, acude voluntariamente cada año a la Basílica de San Isidoro para ofrecer un cirio de una arroba y dos hachas de cera. En el claustro, el Cabildo acepta el presente, pero deja patente su carácter obligatorio. Por esta discrepancia sobre el carácter de la ofrenda, los representantes de ambas instituciones entablan una batalla dialéctica. Al final, hay empate y la discusión queda aplazada para el año siguiente. Las tres reverencias, con exagerada inclinación, que los munícipes hacen al despedirse del Cabildo han dado nombre a la fiesta.