«La investigación es muy esclava, si no hay ilusión, mejor no iniciarla»

La catedrática de Microbiología de la Universidad de León, Paloma Liras, pertenece a un grupo de investigación de Excelencia de Castilla y León. Se desenvuelve entre probetas y laboratorios como pez en el agua tras cuarenta años dedicada a la ciencia. Su línea actual de estudio está volcada en la producción de ácido clavulónico por streptomyces para la producción de antibióticos. «Cuando llegué a León en el año 1981 la investigación que se hacía era muy poca, centrada en veterinaria y mujeres había poquísimas. Ahora hay muchas más, pero es ridículo pensar que tiene que haber un 50%. Los que estén tienen que ser los mejores, hombres o mujeres». Liras sostiene que las horas que requiere la investigación de calidad hace que las mujeres con cargas familiares retrasen su incorporación a la ciencia, «ésto tiene que ir cambiando, con políticas de apoyo, como más guarderías». Y el cambio lo detecta ya en las aulas, «los chicos están menos motivados que ellas», asegura, «no se puede generalizar, pero las chicas son más constantes, más responsables, estudian más y acaban con mejores expedientes académicos y el expediente es fundamental para conseguir una beca de investigación. Las universidades valoran, en primer lugar, el expediente, y en segundo lugar la motivación, las iniciativas y la capacidad de pensar por su cuenta». Y la dedicación. El reloj sólo es útil en investigación para controlar la evolución de las muestras en los laboratorios, que no entienden ni de festivos ni de domingos, ni de horarios nocturnos «es muy esclavo», dice.

-”¿Qué consejo le daría a las chicas que comienzan sus estudios ahora y quieren dedicarse a la investigación?

-”Si alguien piensa que venir a hacer una tesis es como trabajar de camarena, por ejemplo, que se olvide y lo deje. La investigación tiene que gustar, tienen que estar dispuestas a hacer muchos sacrificios y estar ilusionadas por encima de todo. De no ser así, no tienen futuro y el futuro es muy incierto y duro. Cuando descubres algo es muy ilusionante, pero es muy esclavo, si no tienen vocación, no merece la pena iniciarse en este mundo».