La crisis y las pugnas en el consorcio frenan el impulso del aeropuerto
El Ayuntamiento anuncia que este año no pagará su aportación al ente de promoción ante su «ineficacia», mientras Carrasco le acusa de no apoyar al enclave
Los socios del consorcio del aeropuerto se reunieron ayer en asamblea y junta general extraordinaria
A pocos meses de la inauguración de la nueva terminal de pasajeros, con una sangría constante de usuarios desde hace más de dos años, una oferta de rutas y frecuencias mermada por la crisis de la única sociedad aérea que opera en el aeropuerto de León, las negociaciones con otras compañías sin dar sus frutos ante la difícil situación económica y un contrato, el del consorcio, bloqueado desde hace dos años y sin destinatario a la vista. Y todo ello con un consorcio dividido en una lucha PP-PSOE o lo que es lo mismo Junta-Diputación y Ayuntamiento de la capital.
Una lucha interna acrecentada desde ayer, con la decisión del consistorio de la ciudad de no pagar en el 2010 su contribución anual al consorcio como uno de sus tres socios: una cantidad que asciende a 810.00 euros, la misma que aportan las otras dos administraciones.
El nuevo vicepresidente del consorcio y edil de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de León, José Antonio Díez, quien sustituye al depuesto concejal leonista Abel Pardo, justificó la decisión: «No tiene sentido que aportemos liquidez al consorcio en un año en que las administraciones están obligadas a medidas de reajuste y ante la falta de visos de que se pueda conseguir ninguna compañía para el contrato del aeropuerto».
También significó «la ineficaz gestión de Carrasco al frente del consorcio, que hace tiempo que no funciona, después de Lagun Air no ha existido ninguna otra actividad en este organismo».
Ante esta decisión, la presidenta denunció que el Ayuntamiento de León había votado en contra del presupuesto del consorcio para el 2010 (asciende a algo más de 2,4 millones) «porque no quieren poner el dinero, eso lo tienen que saber todos los leoneses». En este sentido, Isabel Carrasco recordó que los estatutos obligan a una aportación anual por parte de los socios.
«La asamblea lo aprobó y es obligatorio para todos, que acepten o si no tendrán que salirse». En la junta general extraordinaria convocada a continuación por la presidenta se decidió exigir al Ayuntamiento que pague los algo más de 1,2 millones que adeuda de las anualidades del 2008 y 2009.
Con un buen puñado de problemas por resolver sobre el futuro del aeropuerto, el PP y el PSOE se dedican a acusarse mutuamente de no tener interés en relanzar este enclave aéreo. La Junta, el otro socio, recalcó ayer su «apoyo total» a esta infraestructura.