Antonio Silván: «El ministro Blanco se baja ahora del tren»
«El Gobierno o nos ha estado engañando o no seentera de nada», asegura el consejero de Fomento
«El ministro de Fomento ya se bajó del tren de alta velocidad, y ahora lo hace del convencional. O el Gobierno nos ha estado engañando en los últimos años, o los ministros de Fomento no se han enterado de nada». El consejero de Fomento, Antonio Silván, respondió ayer con rotundidad al anuncio del Gobierno de eliminar las líneas de tren que no sean rentables. Silván recordó que hace apenas veinte días el ministro de Fomento, José Blanco, se bajó «de lo que él mismo había anunciado como el milagro del AVE», un recorte en las inversiones anunciadas que para Castilla y León se tradujo en la renuncia a comunicar por alta velocidad la meseta con Galicia a través de Ponferrada, y con Cantabria a través de Palencia.
El consejero de Fomento recordó al Gobierno que el sistema ferroviario cumple una «función económica, pero sobre todo es evidente y necesario que cumpla con una función social. En Castilla y León estas necesidades son evidentes, y no todo debe medirse en términos de rentabilidad económica».
Insistió Silván en la rentabilidad social del tren en general, y en especial en territorios con poblaciones diseminadas como Castilla y León, donde «es fundamental para garantizar la movilidad y el acceso de los ciudadanos a los servicios». El consejero se manifestó «desasosegado» por los cambios en las decisiones de Blanco: «Hace poco autorizó obras por más de tres millones de euros en la conexión entre Madrid y Burgos, y ahora quiere suprimirla. O no se enteran de nada, o no nos están diciendo las verdades».
El responsable de infraestructuras de la Junta recordó que el Gobierno de Felipe González ya suprimió en Castilla y León 1.000 kilómetros de red ferroviaria de conexiones de la Ruta de la Plata y de la línea Valladolid-Ariza. «Ahora dicen que nuestras demandas son insaciables. Pero no nos conformamos con las supresiones anunciadas. Castilla y León ha sido la pagana del déficit de infraestructuras y de la solidaridad hacia otros territorios. Ahora que llegaban las infraestructuras, esta comunidad no va a seguir siendo la pagana para continuar esperando».