Los contratos indefinidos harán inviables a las empresas, según el CEL
La patronal asegura que las sociedades «tendrán que replantearse su futuro» si sale adelante la reforma laboral, y se crearán «sólo para proyectos de dos o tres años»
La directiva del CEL escuchó las explicaciones del gerente del Ecyl en León.
«La estabilidad en el empleo que pretende la reforma laboral que tramita el Parlamento, y que pasa por convertir en indefinidos los contratos, hará que las empresas tengan que replantearse su futuro y, en la práctica, desaparezcan cada dos o tres años. Se creará una empresa para acometer un proyecto con un determinado volumen de empleo, y desaparecerá después, si no puede hacer frente a mantener esos puestos de trabajo». Así lo aseguró ayer el presidente del Círculo Empresarial Leonés (CEL), Emilio de la Puente, tras el encuentro que la directiva de la patronal mantuvo con el gerente del Servicio Regional de Empleo en León, Francisco Javier Otazú.
El encuentro fue solicitado por la organización empresarial para conocer los detalles del decreto que prepara el Gobierno para reformar el mercado laboral, tras el fracaso del diálogo social. Un decreto que, en opinión de la patronal, está muy lejos de las reformas pretendidas por los empresarios. Frente a la flexibilidad en la contratación y la rebaja de los costes sociales, que solicitaban las organizaciones patronales, el Gobierno ha trazado una reforma que pasa «por prolongar la permanencia de los trabajadores en las empresas a través de un mayor número de contratos indefinidos».
Mala noticia. Una mala noticia, según el presidente del CEL, ya que son las empresas las que tienen que llegar a acuerdos con los trabajadores en función del trabajo que haya.
El responsable de comunicación del Círculo, Aurelio Rubio, recordó no sólo el actual entorno de crisis sino «la necesaria competitividad en un mercado global, en el que al final resulta que las reglas del juego no son las mismas para todos». La reforma prevista, en opinión de Rubio, «santifica la contratación indefinida y la estabilización de los trabajadores en las empresas, con lo que el empresario queda atrapado entre el mercado y el trabajador, sin poder adecuar las necesidades a cada momento. El margen que se deja al empresario es nulo».
«Cerrar, marcharse y huir es la única posibilidad que dejan al empresario ante la excesiva sindicalización de las relaciones laborales», según concluyó Emilio de la Puente.