Un retraso burocrático para buscar el acercamiento de las posturas
La decisión de la Junta de retrasar el anunciado consejo de administración constituyente de la entidad fusionada entre Caja España y Caja Duero trastocó el calendario previsto inicialmente por la comisión de seguimiento para el proceso de fusión, reunida ayer en Salamanca para perfilar el organigrama y la constitución de las comisiones que deben incluirse en el orden del día. Los presidentes de las dos cajas, sus directores generales y los consejeros de ambas entidades que forman parte de esta comisión estaban pendientes de que la Junta ultimara los trámites para poder inscribir a finales de esta semana a la nueva caja en el registro del Banco de España, lo que permitiría celebrar el consejo constituyente.
Sin embargo, el enfrentamiento por la propuesta de Santos Llamas a la presidencia de la nueva entidad ha llevado a la Junta a «prolongar» los trámites y retrasar una semana la cita, en un intento de buscar el acercamiento de posturas y alejar la amenaza del PSOE de no respaldar al director general consensuado, Lucas Hernández, en caso de que el consejo rechace la propuesta de Santos Llamas.
La comisión trató también el calendario para la celebración de la asamblea general que deberá ratificar las decisiones del consejo de administración que sumará los 34 consejeros de las dos cajas.
El aplazamiento del consejo de administración unificado hasta el día 16 deja los límites para convocar a la asamblea general al borde del mes de agosto, por lo que incluso se planteó ayer un retraso en la convocatoria a los consejeros generales que salve el periodo vacacional.
Caja Duero designó ayer a los 40 nuevos consejeros que se suman a los 120 actuales, para igualar a los 160 de Caja España.