RMD elevará a tres metros su valla protectora para evitar nuevos atracos
La obra afecta a 50 kilómetros del perímetro de la empresa, que sufrió el mayor robo de su historia en primavera, con la sustracción de 25 toneladas de cobre
La empresa Reciclado de Materiales Diversos (RMD) ha decidido elevar a tres metros de altura la valla protectora de sus instalaciones de Ardoncino (Chozas). La medida afecta a cincuenta kilómetros de su perímetro y pretende evitar robos de magnitud, como el que sufrieron la pasada primavera con la sustracción de 25 toneladas de cobre por parte de una banda organizada de veinte miembros.
El directivo Avelino Encinas reconoce que hasta ese asalto, las pérdidas por robos eran de escasa importancia, 20 kilos o en el mayor de los casos, 50, dentro de una compañía que acumula más de 3.000 toneladas de ruedas y cables. Sin embargo, la forma de actuar de la última banda, que califica de temerosa y peligrosa por sus tácticas militares, les ha hecho recapacitar para aumentar la seguridad disuasoria de RMD.
Encinas recuerda que los asaltantes robaron en los pueblos limítrofes las camionetas con las que entraron al recinto armados, tras saltar el muro y forzar las puertas. De ahí que, además, vayan a reforzar la vigilancia con dos especialistas y a colocar más cámaras.
El presupuesto global de las obras para recrecer medio metro la valla vieja (ya que otros 50 kilómetros de perímetro de la zona de ampliación ya están cerrados hasta los tres metros de altura) aún no está definido, pero superará los 70.000 euros, confirma.
La directiva de RMD lamenta, sobre todo, la indefensión que sienten al comprobar cómo 18 de los 20 miembros de la banda fueron puestos en libertad al día siguiente de ser detenidos por la Guardia Civil sin forzarles, siquiera, a devolver lo robado.
Oleada de sustracciones. La denuncia de la empresa por los robos de cobre se suma a varias formuladas por los alcaldes del área metropolitana, cuyos municipios sufren una oleada de sustracciones del cable del alumbrado público. Los ladrones actúan, especialmente, en las nuevas urbanizaciones, los polígonos industriales y las avenidas donde, gracias al plan E del Gobierno, se están renovando las luminarias.
Los últimos robos, valorados en 40.000 euros y sin resolver, se registraron en Sariegos, Santovenia de la Valdoncina y Villaturiel. La Guardia Civil reconoce las dificultades que existen para demostrar la procedencia de unos cables robados, normalmente sin marcas, al rastrear los establecimientos dedicados a la venta de chatarra, donde se amontonan montañas de material. No obstante, el control de este tipo de delitos es un «cometido específico de las patrullas actuales», indican.