El PGOU prevé conservar las bodegas como seña de identidad del municipio
Son construcciones tradicionales que destacan por su importancia paisajística ubicadas en Villabalter, Ferral y Trobajo y cuya imagen debe ser protegida
Las bodegas son una de las construcciones más típicas existentes en el municipio.
El Plan General de Ordenación Urbana de San Andrés del Rabanedo reconoce como «elementos singulares» las bodegas de propiedad privada existentes en Trobajo, Villabalter y Ferral.
Se trata de estructuras abovedadas semienterradas en zonas de alta pendiente, habitualmente con accesos en arco de medio punto. Los materiales empleados suelen ser fábricas de ladrillo o de canto rodado y cubiertas al exterior a dos aguas que quedan enterradas. Al interior se encuentran espacios cubiertos con bóvedas de cañón, completadas en muchos casos con pequeñas edificaciones en la boca de entrada a la zona subterránea, destinadas generalmente al uso de merendero.
El PGOU destaca que la importancia de estas áreas de bodegas no es tanto arquitectónica, como paisajística, «pues configuran una imagen característica que debe ser preservada»; así pues la protección se encamina a proteger la imagen general de los conjuntos más que los elementos edificados en sí.
Según este documento, en cualquier tipo de actuación que realicen sus propietarios se considerará la conservación del entorno, no estableciéndose otras limitaciones urbanísticas desde este catálogo que la de mantener el tipo original en subsuelo en la medida en la que ello resulte posible. Se podrán construir edificaciones adosadas a la entrada con una superficie máxima de 20 metros cuadrados y una altura máxima a cornisa desde la rasante del terreno de tres metros y una altura máxima de cuatro metros, utilizando necesariamente como material de acabado en los paramentos verticales ladrillo, enfoscado pintado ó canto rodado, y en la cubierta teja cerámica.
Todos los materiales y texturas de acabados se adecuarán a los utilizados tradicionalmente, prohibiéndose de forma expresa los acabados plásticos y metálicos.
Además del uso tradicional de bodega se permitirá el uso recreativo particular de merendero y el uso hostelero en categoría tercera, debiendo respetar en superficie los parámetros previamente reseñados en cuanto a volúmenes en superficie y acabados.
Dos palomares. El PGOU también establece protección de tipo edificatoria para los palomares existentes en Villabalter. Ambos elementos están en desuso.
De planta rectangular y una sola altura, con cubierta inclinada a un agua, está revocado en su totalidad y la cubierta es de teja en dos paños. El Plan General establece que podrán realizarse todo tipo de obras pero nunca se podrán demoler.
Entre las medidas de conservación y recuperación que establece destaca que las cubiertas se consideran elemento singular, por lo que en caso de retejado, se tratará de realizar en teja envejecida de forma que no causen impacto visual. Las obras de ampliación o reforma respetarán las cubiertas. Los cerramientos y fachadas podrán ser modificadas pero quedan prohibidas las fachadas de bloque de hormigón visto, los enfoscados vistos excepto en zócalos y las cubiertas de chapa ondulada.