Los sindicatos amenazan con «muchos piquetes» para paralizar León el 29-S
CC.OO. y UGT denuncian las «brutales presiones» de los empresarios por la huelga
La convocatoria de huelga ya se anuncia en multitud de carteles colocados por las calles de León.
Los sindicatos sacarán a las calles de León a «muchos piquetes para garantizar el derecho a la huelga el próximo 29 de septiembre y evitar las brutales presiones de los empresarios a sus trabajadores». Así lo advirtió ayer el secretario general de UGT en Castilla y León, Agustín Prieto, durante la comparecencia que compartió en el centro cívico del Crucero con su homólogo en Comisiones Obreras, Ángel Hernández, acompañados de los respectivos líderes sindicales en la provincia, Arturo Fernández e Ignacio Fernández. Los cuatro mantuvieron ayer una asamblea con los delegados de las dos organizaciones para informar sobre las razones que llevan ahora, y no antes, a convocar la jornada de reivindicación.
Agustín Prieto afirmó que «no queda más remedio» que optar por este tipo de medidas coercitivas «para acabar con el miedo» y aseguró un «éxito rotundo» del paro general, porque -”apuntó-” «los trabajadores entienden los motivos que nos han llevado a la huelga».
El representante de UGT en la comunidad espera que la movilización cambie la «política errónea» del Gobierno de Zapatero y termine con la «agresión a los trabajadores». «No podemos tolerar que la reducción del déficit público se haga a costa de los pensionistas, los funcionarios y las inversiones públicas», advirtió Agustín Prieto, quien reiteró la necesidad de aprobar una reforma fiscal progresista «para que pague más quien más tiene».
Recordó que las medidas del Ejecutivo «no han creado más empleo ni han terminado con la precariedad laboral», por lo que -”asumió-” «la única respuesta que nos queda es la huelga; León entero va a estar cerrado ese día», sentenció.
Ángel Hernández también reprochó al Gobierno la ausencia de una política económica que cree empleo y arengó a los trabajadores para que participen en la huelga del miércoles 29 de septiembre. «Perder un día de salario es hacer una inversión de futuro», manifestó.
Además, criticó el «mensaje no declarado» que pretende implantar la Administración central. «Se han olvidado del cambio del modelo productivo basado en la tecnología y el conocimiento» y ahora «apuestan por abaratar los costes laborales en este país, dando más facilidades a los despidos», censuró Hernández, quien justificó el paro general en la pérdida de derechos laborales: «La reforma va dirigida a los trabajadores de 45 días», con el «único objetivo de sacarlos del mercado para que se incorporen con contratos de ocho o quince días».
También aludió a la modificación de la negociación colectiva, que -”según su opinión-” procura «dejar en manos de los empresarios» los convenios con la intención de «rebajar un 20% los costes laborales para ser competitivos en el exterior».
Calificó la política socialista de «rancia, de derechas y conservadora» y coincidió con su homólogo al señalar las «presiones» que desde la patronal intentan reducir el impacto de la movilización.