Guzmán tendrá un intercambiador de buses para desatascar Santo Domingo
El proyecto de reforma del primer tramo de Papalaguinda habilitará una dársena
Los operarios ya ultiman el espacio de la dársena de buses.
La reforma del primer tramo del paseo de Papalaguinda acarreará un beneficio colateral por encima de la reurbanización urbanística. El estrechamiento que tendrá la entrada a la avenida desde la plaza de Guzmán permitirá ganar espacio para la construcción de una dársena que sirva como intercambiador de autobuses. Un espacio en la que los viajeros de las líneas interurbanas tengan conexión con los itinerarios que atraviesan la ciudad, sin mayor infraestructura que una zona de estacionamiento al aire libre y una marquesina, según explica el concejal de Movilidad, José Antonio Díez, quien reseña que esta iniciativa es un avance «en previsión de cuando esté en funcionamiento el consorcio del transporte del área metropolitana».
La nueva zona de estacionamiento de autobuses -”similar a la que hay en el lado opuesto de la plaza de Guzmán, junto al acceso al paseo de la Condesa Sagasta-” permitirá «desahogar la plaza de Santo Domingo, que es el punto de reunión de casi la totalidad de líneas de transporte urbano e interurbano y el mayor nudo de acumulación de vehículos de toda la capital leonesa. La obsesión por sacar buena parte de todos estos itinerarios del centro de la ciudad, con la creación de zonas periféricas de desembarco e intercambio, redundará en la mayor fluidez en las calles que vertebran todo el centro, como son República Argentina, Gran vía de San Marcos, Padre Isla, Roma, Ordoño II e Independencia. Un empeño que será visible toda vez que se reestructuren los itinerarios en los que trabajan ahora la Junta y los once ayuntamientos implicados en el consorcio del transporte, que evitarán que haya duplicidad de servicios en una misma zona, como sucede ahora para mayor gloria de atascos y contaminación.
El proyecto de Papalaguinda, que se abrirá antes de final de año al tráfico, bosquejará además un tramo de carril bici de apenas 100 metros por la traza de la antigua calzada. La senda actuará como un apunte para, en posteriores proyectos, como cita Díez, continuar el itinerario por dentro de la acera con el fin de comunicar con el carril bici que va paralelo al río y, tras atravesar la plaza de toros, con el que hay definido por la avenida Fernández Ladreda.
Pese a que el propósito inicial era cortar al tráfico la entrada desde la plaza de Guzmán, el Ayuntamiento ha decidido una vez empezada la obra rescribir los planos para que se permita el acceso a los vehículos, que podrán circular en los dos sentidos, en atención a las reivindicaciones de la Federación de Asociaciones de Vecinos Rey Ordoño II, que acabó con el proyecto básico en el que se apostaba por instalar canchas polideportivas en los 100 primeros metros del paseo para potenciarla como espacio lúdico deportivo.
La modificación no implica que se mantenga el ancho de calzada. En el costado cercano al talud que comunica con avenida Facultad se ampliará la acera para los peatones, mientras que en el margen opuesto se asentará el carril bici y se ubicarán aparatos de gimnasia para mayores. Un diseño que obliga a la desaparición de cerca de medio centenar de plazas de aparcamiento en los primeros 100 metros. Restricción que no habrá en el resto de Papalaguinda, donde ya está pintada la zona naranja de la ORA y no habrá modificación alguna de la vía.