León cambiará el adoquinado de calles del Húmedo para evitar su deterioro
Cervantes, Varillas, Cardiles y Plegarias inician la reforma planteada por Obras
El puzle del firme de las calles del Barrio Húmedo empieza a buscar una matriz común que no haga que, al pasar de una calle a otra e incluso en una misma vía, parezca que se ha cambiado de ciudad. Imagen de parque temático de materiales de construcción que denunció IU en primavera y que ahora empieza a ser resuelta con el proyecto municipal de cambiar el adoquinado de las calles Cervantes, Varillas, Cardiles y Plegarias. Cuatro de las zonas donde peor se ha mostrado la resistencia de los materiales a las exigencias del paso de vehículos de reparto de mercancías, dado que son arterias básicas de comunicación con el Barrio Romántico, la Plaza Mayor y la plaza de San Martín. Entornos en los que se apostará por un modelo como el que se desarrolló en el tramo peatonal de la carretera de Los Cubos y su comunicación con Puerta Obispo, en la trasera de la Catedral.
El plan será ejecutado por la Concejalía de Obras. El departamento que dirige la leonesista Gema Cabezas ya ha empezado a trabajar esta pasada semana en la calle Varillas, donde se han levantado los adoquines de los márgenes de la calle. Este espacio, identificado con la acera pero a la misma altura que el resto del firme, se marcará con un material de color diferente, mientras que en centro de la vía contará con un adoquín 10 por 20 centímetros, más pequeño que el actual, para evitar los levantamientos que se acumulan desde que se urbanizó el entorno para configurar la peatonalización. En total, se actuará sobre 230 metros cuadrados con un coste de 29.608 euros, que correrán a cuenta del contrato de mantenimiento de infraestructuras que hay firmado con la empresa Acciona.
El esquema se copiará en la continuación de la calle Varillas con Cardiles para desembocar el Plegarias, que es la arteria que va desde la Plaza Mayor hasta la plaza de San Martín. El trabajo en todas estas vías se repartirá a medias entre Acciona y las brigadas municipales de Obras, según explica Gema Cabezas, quien señala que la actuación en Cervantes será de ejecución con recursos propios del Ayuntamiento.
El problema en todas estas calles se acentúa en la época actual. La llegada de las lluvias y las bajas temperaturas, acompañadas por el tránsito de los vehículos con mucho peso que suministran mercancías sobre todo a la hostelería, hace que los adoquines resbalen, se resquebrajen, se levanten y terminen por formar losetas trampa que salpican a los peatones cuando las pisan. Defectos que subsanados con lo que ha habido en cada momento, en función de las existencias de los almacenes municipales, hacen que las vías parezcan diseños de patchwork. Puzles contra los que se apuesta por la uniformidad.