El parque de Pocoyó reaviva el cisma del pacto de gobierno de PSOE y UPL en León
Cabezas critica que el proyecto, que se cambió por orden del alcalde, «ha quedado sin sustancia»
Un proyecto de poco más de 100 metros ha vuelto a abrir la herida en el equipo de gobierno. Limpia, sin vendas que poner a las concesiones como socios de la gobernabilidad municipal. Abierta con la concesión del alcalde a las reivindicaciones de la federación de asociaciones de vecinos, en agosto; mal cicatrizada por la falta de consenso entre UPL y PSOE en la forma de resolver el desencuentro; ahora retorna con la petición de responsabilidades sobre la redefinición de la obra, que cambia el corte de Papalaguinda en su primer tramo desde Guzmán, donde se preveía instalar canchas polideportivas, por la reapertura del paseo y la instalación de un parque de Pocoyó a escasos metros de la carretera. «Es muy triste que, después de que se aprobara el proyecto en febrero, luego dijeran que no se acordaban. A mí nadie se me vino a quejar por ese proyecto y quien luego lo sacó fue una asociación de vecinos que había pedido que se abriera el vial. El resultado es que ni comparto la modificación, ni me gusta cómo se ha cambiado. Ha quedado sin sustancia», criticó ayer de forma abierta la concejala leonesista Gema Cabezas.
La edil de la UPL recordó que coordinaba «el proyecto inicial», pero que tras el cambio se desvinculó porque no está «de acuerdo». «Se decidió cambiar ese proyecto. Yo no estaba conforme con que se cambiara, ya lo he dicho muchas veces y no he liderado este nuevo proyecto», subrayó Cabezas, quien reseñó que los planos iniciales consagraban «el cierre de ese vial y la instalación de juegos de fútbol 3 y baloncesto». Una propuesta que fue la que se envió al Gobierno para que diera su aprobación al uso de los fondos del Plan E. Concedido el permiso, se adjudicó la obra con un presupuesto de 245.000 euros el 2 de julio. En una primera reunión con la federación de asociaciones de vecinos, la UPL logró mantener el proyecto pese a las críticas, aunque la insistencia de la presidenta del colectivo, quien acudió de manera directa al alcalde, Francisco Fernández, surtió más efecto. En ese segundo encuentro, Cabezas comunicó vía telefónica por medio de su portavoz, Javier Chamorro, que la responsabilidad quedaba en manos del regidor socialista. «Haz lo que quieras, que fuiste tú quien encargaste el proyecto para que no pudiera volver el rastro», terminó por decirle el líder de la UPL a su socio de gobierno.
El desencuentro no pasó a más. El proyecto se quedó en el limbo, sin un responsable claro de la coordinación de las obras, según se desprende de las afirmaciones hechas por Cabezas, en la UPL, y el concejal de Movilidad y Seguridad, José Antonio Díez, por parte del PSOE. Hubiera quedado ahí si la advertencia del PP sobre la falta de seguridad del parque de Pocoyó no hubiese obligado a que se cruzaran responsabilidades.
Cabezas no está dispuesta a asumir las críticas de un proyecto del cual se desvinculó, aunque tampoco desaprovechó la oportunidad para atacar a la oposición. «Me he informado. El PP no puede criticar cuando está sin acabar. Los técnicos me han transmitido que lleva un cerramiento para salvaguardar la seguridad vial», avisó.