Diario de León

PABLO ARRAIZA JIMÉNEZ | titular del juzgado de lo mercantil 1 de león

«La ley va a acabar con la cultura del 'cierro y me largo'»

La Facultad de Derecho clausura hoy las jornadas que se han celebrado en El Albéitar para analizar el concurso de acreedores desde un punto de vista constructivo. Arraiza in

Pablo Arraiza es el juez titular de Mercantil 1 en León.

Pablo Arraiza es el juez titular de Mercantil 1 en León.

León

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Está convencido de que la Ley Concursal es un avance «pero necesita tiempo para ser efectiva». Cree que puede haber un punto de vista positivo «aunque hasta ahora casi siempre los concursos terminaban en liquidación» y celebra comedido que los procesos concursales no hayan aumentado este año, «lo cual no significa que la economía haya mejorado, en absoluto».

-El concurso de acreedores, desde una visión constructiva... ¿Pero es que puede haber otra visión diferente?

-La intención del enunciado de las jornadas no es casual. La Ley Concursal no ha dado sus frutos aún. Por la forma en la que la ley ha acometido sus intenciones y sus herramientas, habrá que esperar. En los primeros años de su entrada en vigor, todos los concursos acababan en liquidación, no había un solo convenio y no veíamos fruto. El fin deseado de un concurso es un convenio, para dar facilidades a la empresa que está en dificultades. No hemos empezado a verlos hasta hace un par de años y nos estábamos desesperando. Ahora que ya se están firmando, muchos no se cumplen, se pactan cinco años de espera y no podemos hacer balance aún. La visión general de todos los implicados tiende a ser pesimista; nadie cobra, el acreedor ve perdida su deuda ay la ley lo que hace es una labor pedagógica. La ley pretende sancionar a los administradores de las empresas que no tomen las medidas de diligencia adecuadas para evitar el concurso y para eso hace falta que la ley cuaje. Hace falta que la empresa llegue antes a concurso, para que no lleguen muertos al juzgado. No nos gusta repartir migajas entre unos pocos.

-Pero la ley ha sido acogida de forma positiva ¿no?

-Es que cualquier impulso que se le pueda dar a la ordenación de los procedimientos, ya es positiva, porque no había nada. La ley es buena, realmente, en esencia. El problema es que el concurso es demasiado largo. Pero tiene un componente penal de prevención para que la gente sepa a qué se expone si no hace bien las cosas...

-De hecho, la reforma del Código Penal amplía las responsabilidades a las empresas y sociedades ¿verdad?

-Pero con matices, está encaminada más a defender la tutela de los propios socios. La Ley Concursal es más global y vela por la limpieza de las reglas del juego de los administradores de las empresas, para que las empresas vuelvan a tener credibilidad. No puede extenderse la política del cierro y me largo sin más. Si no tienes para pagar todo lo que debes, tienes que ir a concurso, con transparencia y para que los acreedores se sientan protegidos. Esas malas prácticas que se han extendido mucho y muchos años, se han intentado solventar desde 1989 con las sanciones, pero en la práctica todavía perviven. La Ley Concursal cambia las cosas.

-¿Cuánto tiempo se necesita para empezar a ver los frutos reales de la Ley Concursal?

-Influyen muchos factores. Las organizaciones empresariales tienen que difundir la ley entre sus afiliados, para que los empresarios conozcan la ley y sepan a qué se exponen si no la cumplen. Hace poco, en unas jornadas del Consejo General del Poder Judicial con las Cámaras de Comercio de Valencia, los empresarios se quejaban de la falta de difusión de la ley. ¡Ustedes son los primeros que tienen que difundir entre sus asociados las leyes! Hay que hacer públicas sentencias ejemplarizantes que se están produciendo, como algunas recientes. Si hay una implicación de las asociaciones, en tres, cuatro o cinco años, puede dar resultados.

-¿Y en León va a haber sentencias ejemplares a corto plazo?

-Se han dado muchas, lo que pasa es que no todas tienen difusión mediática. La ley quiere que tengan publicidad y hasta está diseñando un registro público de acceso gratuito para que cualquier ciudadano se encuentra con una condena de sentencia por calificación de culpable, que se conozca. El problema es que la solución está pendiente de desarrollo reglamentario, porque entra en conflicto con otros sistemas de publicidad europeos y al parecer eso está retrasando la confección del sistema. El problema de las resoluciones de la Ley Concursal es que no llega a todo el mundo. Hay que buscar un sistema para mejorar la difusión.

-Les ha afectado la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil?

-Posiblemente somos los que menos hemos notado los cambios. La finalidad de la reforma es ampliar las competencias del secretario judicial y el concurso prácticamente deja todas las competencias en manos del juez.

-Los juzgados de lo Mercantil son el mejor termómetro de la situación económica de una provincia. ¿Cómo está León en ese sentido?

-Si me baso en lo que yo veo en mi trabajo, está en situación estabilizada. No sé si eso es bueno o malo. Estamos en los mismos niveles de registro del año pasado, tanto en calidad como en cantidad. Medianas y pequeñas empresas siguen en las mismas proporciones y si del número de concursos se puede sacar conclusiones, porque hay miles de pequeñas empresas que cierran sin concurso, creo que la situación sigue siendo la misma. No ha mejorado y eso no significa tampoco que no haya empeorado porque cada vez hay menos empresas en esta provincia. Basta darse una vuelta por el centro para ver los locales cerrados que hay en la capital.

-¿Qué reformas necesita la Ley Concursal?

-No son reformas estructurales, basta que se incite al empresario a venir a concurso cuanto antes. Sólo hay que pulir deficiencias y agilizar trámites.

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