Mata a una motorista tras saltarse un semáforo y le piden 25 meses de cárcel
El fiscal añade la prohibición de conducir durante tres años y medio y volver a examinarse para sacar el carnet
El juzgado de lo Penal número 2 de los de León pasará vista oral durante la mañana de hoy a la acusación de un supuesto homicidio imprudente acompañado de otro de lesiones por imprudencia del que se acusa a un individuo que el 28 de septiembre del 2008 acabó con la vida de una joven, tras saltarse presuntamente un semáforo en rojo y colisionar contra una motocicleta, cuya conductora perdió la vida poco después.
De acuerdo al escrito de calificaciones provisionales, el Ministerio Fiscal sostiene que el individuo circulaba por la calle Azorín en la confluencia con la Avenida de Quevedo. No respetó la señal luminosa de prohibición del paso que mostraba un semáforo en rojo, por lo que se produjo una colisión contra una motocicleta en la que circulaban dos jóvenes, uno de los cuales, la muchacha que pilotaba el ciclomotor, perdió la vida a causa de las gravísimas heridas que le produjo el choque, pese a que fue trasladada al Complejo Asistencial de León.
Un herido grave. A consecuencia del accidente, el pasajero que acompañaba a la motorista también sufrió heridas muy graves, por las que necesitó asistencia hospitalaria y permaneció ingresado en el Complejo Asistencial de León durante 39 días y estuvo inhabilitado para sus ocupaciones habituales durante 365 días, quedándole secuelas varias que se especifican en el escrito de acusación pública que presenta el fiscal.
Por el delito de homicidio imprudente, el Ministerio Público propone una pena de un año y seis meses de prisión. Por el delito de lesiones imprudentes, se añaden otros seis meses de prisión más y además la prohibición de conducir vehículos a motor por un periodo de tres años y seis meses, con la pérdida del permiso que poseía en el momento de los hechos y la obligación de examinarse de nuevo para volver a obtener el carnet, además del pago de las costas judiciales correspondientes.
Las dos víctimas renuncian a la indemnización, por cuanto la compañía aseguradora del vehículo del conductor ha satisfecho ya previamente las cantidades correspondientes, por lo que en el acto del juicio oral no se hace expresa petición de cifra alguna en este sentido.
La defensa del procesado no presenta escrito, por lo que no se añade a la documentación correspondiente al sumario, aunque en cualquier caso los letrados del imputado plantean una notable rebaja de la condena.