El deshielo desata a los ríos
Los cauces de la provincia registran crecidas motivadas por las lluvias de los últimos días a los que se podrían unir el deshilo de la nieve caída la semana pasada
En la confluencia de los ríos Bernesga y Torío se observa la crecida registrada en los últimos días
Las lluvias de los últimos días y la nieve que cayó la semana pasada han engordado sensiblemente el caudal de los ríos de la provincia. Las constantes precipitaciones registradas durante el fin de semana han elevado la cota de los principales cauces leoneses cuyas riberas ya empiezan a acusar los efectos de los aguaceros otoñales. No obstante, aún no se han registrado desbordamientos en ningún población leonesa, aunque está en la mente de los vecinos de muchos pueblos los problemas fluviales que a principios de este 2010 afectaron a numerosos municipios leoneses.
Por otra parte, la semana pasada la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) sometió a consulta pública la evaluación preliminar del riesgo de inundación y ayer anunciaba que se ha reforzado la vigilancia ante el primer episodio de avenidas que se ha activado en el presente año hidrológico en la cuenca del Duero.
Las intensas lluvias registradas en la cuenca estos últimos días, asociadas a un frente cálido que ha favorecido el deshielo, hicieron que entraran en alerta el lunes día seis de diciembre, varias estaciones de aforo de la Comunidad.
Según la CHD, en estos momentos la tendencia de los caudales es a estabilizarse aunque puede presentarse alguna ligera subida de caudal en algunas zonas como en el Órbigo en León, a la altura de la estación de aforos de Cebrones.
No obstante, si se reproducen las lluvias y se da un fenómeno generalizado de fusión de nieve, la situación podría extenderse a gran parte de la cuenca.
Durante el pasado año hidrológico se produjeron en la cuenca del Duero nueve episodios de avenidas, el primero tuvo lugar en el mes de noviembre y tan sólo duró un día, y el último, un episodio muy tardío, en el mes de junio, entre el 16 y el 18.
Uno de los episodios más destacados se extendió entre el 12 y el 25 de enero de 2010, con crecidas generalizadas y muy persistentes por toda la cuenca como el episodio que se produjo a finales del mes de febrero durante la ciclogénesis que afectó a toda España, y que se concentró sobre todo, en la cuenca del Órbigo.