El tripartito no consigue que ningún banco le preste 4,5 millones de euros

El equipo de gobierno de Villaquilambre no ha conseguido que los bancos le presten los 4,5 millones de euros que necesitan las arcas municipales para hacer frente a las inversiones realizadas durante este 2010 y que aún no se han abonado.

A pocos minutos de comenzar la sesión plenaria en la que se debía aprobar la adjudicación de la operación de crédito, sólo había sobre la mesa una oferta de Caja España por un importe de 2.250.000 euros, la mitad de lo solicitado por el Ayuntamiento. Finalmente, también el Banco de Crédito Local acudió en auxilio del consistorio, con una propuesta de crédito de 800.000 euros. Sumadas ambas operaciones la cifra en la que se endeuda el Ayuntamiento asciende a 3.050.000 euros.

La consignación de este crédito estaba incluida en el Plan de Saneamiento Económico Financiero del Ayuntamiento, aprobado en agosto, que preveía pedir un préstamo de 5.250.000 euros. Esta cifra fue posteriormente rebajada a 4,5 millones para hacer frente a los pagos de varias inversiones ya ejecutadas, como la ampliación del edificio consistorial, con 2.745.000 euros, la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana, con 330.000 euros, la aportación al Plan Comarcal de Abastecimiento, con 440.000 euros o la reforma del patio del colegio de Navatejera, que supuso una inversión de 175.000 euros.

En el transcurso del pleno, la concejala de Hacienda, Milagros Gordaliza, manifestó que, al no llegar al crédito previsto inicialmente, «hay que reajustar las prioridades en los pagos» y añadió que desde la concejalía «trabajaremos para seguir adelante y afrontar el resto de los pagos». La concejala descartó que la falta de liquidez de las arcas consistoriales vayan a suponer un problema a la hora de abonar las nóminas de los trabajadores afirmando que «mientras yo sea concejala de Hacienda, los trabajadores van a seguir cobrando la nómina». Sí admitió que la situación financiera municipal «es complicada y mala, pero no lamentable» en comparación con otros ayuntamientos. Gordaliza incidió en que el Plan de Saneamiento propuesto «sigue adelante y vamos a ir más allá». El «más allá» al que se refiere la concejala se pondrá de manifesto en los presupuestos del 2011, según afirmó, que se caracterizarán por una reducción importante del gasto y «sin aumento de los ingresos». De este modo, la edil descartó que en las cuentas del próximo año figurara una subida de impuestos. Gordaliza quiso tranquilizar a la oposición asegurando que «estamos adoptando soluciones porque conocemos cuál es la situación del Ayuntamiento, algo que no pueden decir todos los municipios» y tendió la mano a Cíviqus e Inpovi para pactar los próximos presupuestos, en los que vio probable que se incluyera una rebaja considerable en los sueldos de los concejales, una petición expresada por el portavoz de Cíviqus, Manuel Mitadiel, en la sesión plenaria.

La gestión financiera del Ayuntamiento fue objeto de reproches por parte de los dos partidos de la oposición. El concejal de Inpovi, Manuel García, señaló que «estamos prácticamente en quiebra técnica y los que van a pagar las consecuencias de esta mala gestión serán los ciudadanos». García, que auguró que «habrá problemas con el pago de las nóminas», aseguró que «esta legislatura va a marcar un antes y un después en este ayuntamiento» y se mostró convencido de que «los impuestos van a subir pese a quien pese».

Por su parte, Mitadiel reiteró su propuesta de rebajar un 40 por ciento los sueldos de los políticos para el próximo año para lo que ofreció «un pacto de caballeros», con el fin de que el próximo gobierno municipal que salga elegido tras las elecciones de mayo mantenga la rebaja salarial «ya que los ciudadanos ya han hecho mucho esfuerzo asumiendo la subida de impuestos». El portavoz de Cíviqus cogió el guante negociador y ofreció la colaboración de su grupo para pactar con el tripartito las medidas restrictivas que se incluyan en los próximos presupuestos.