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Aznar afirma que España es un país "intervenido de hecho"

El ex presidente del Gobierno asegura que España es en la actualidad un Estado "marginal" que no puede sostenerse

El presidente de Honor del PP, José María Aznar, saluda a Manuel Fraga.

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S.Gallo/ ICAL

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El ex presidente del Gobierno y presidente de Honor del PP, José María Aznar, afirmó hoy que la crisis económica está haciendo que España sea «un país intervenido de hecho» y lo que se discute ahora es si «va a ser intervenido de derecho o no», algo que es «una simple consecuencia» de la situación «límite» que vive. Aznar criticó que el Gobierno español se limita «a cumplir instrucciones que le dan desde fuera de España», mientras que no está ejerciendo el programa electoral con el que se presentó a los ciudadanos, lo que es sinónimo de tener «un país intervenido de hecho».

Aznar, que intervino en León en la I Cumbre del PP en el Exterior, aseguró que el Estado español es «políticamente no viable» y financieramente «absolutamente inviable», por lo que consideró que «alguien tiene que poner el cascabel al gato», y el encargado de hacerlo «será el Partido Popular», que es «lo que le hace falta» a España.

En medio del actual contexto económico y desde una perspectiva «histórica», Aznar aludió al actual Gobierno, al que calificó de «incompetente, incapaz, insolvente» y de ser «el peor de la democracia española» que ha hecho «daño» a los intereses de España. Ante esta coyuntura, lo que necesita España es «una cierta visión histórica» y asumir una responsabilidad «después de haber tenido otras» lo que hacen es «hablar de la situación del país y de las expectativas».

En este sentido, la responsabilidad del PP será «muy grande», dijo, porque habrá que adoptar soluciones ante una situación «límite» que es expresión «de una crisis política muy grande». Sin embargo, Aznar consideró que los españoles «podemos superar esta situación», para lo que será necesario «esfuerzo, trabajo y tesón», aunque España «tiene capacidades para superar esta situación». El que fuera presidente del Gobierno reconoció que el PP es «capaz» de cambiar la situación «porque ya lo hemos hecho», y aunque valoró que la situación actual es «más difícil que la del 96» hay que apelar a «una gran mayoría» de españoles y confiar en las capacidades de España.

José María Aznar abogó porque un país como España, caracterizado actualmente por la «debilidad», sea «reformado», no sólo en materia de gasto, sino también «en cuanto a la ordenación». Según Aznar, España es en la actualidad un Estado «marginal» que «no da «para tener 17 instituciones «que hacen las mismas cosas» porque «no puede sostenerse», añadió.

Para Aznar, hay que pensar «muy bien» una realidad que «la mayoría de los españoles ya intuye» y es que el Estado es «marginal», y los países con esas características «no son viables», dijo. «Una cosa es tener un Estado unitario, descentralizado, federal, de las autonomías, y otra cosa es tener un Estado marginal como el de España, donde cualquier gobierno, incluso uno con buenas intenciones, tendría dificultad para sacar adelante algunas políticas debido a la actual configuración del Estado», añadió.

Aznar solicitó a los ciudadanos que la situación actual a la que el Gobierno ha conducido al país «no puede quedar sin sanción política», porque se ha destruido «una de las economías más boyantes y poderosas, con más capacidad de crecimiento y de crear empleo, de haber vuelto al déficit público y a la falta e confianza», criticó.

El ex presidente del Gobierno recordó que España pasó de ser «un país internacionalmente relevante» a convertirse en una nación «internacionalmente menguante» y, al mismo tiempo «irrelevante», lo que es consecuencia «de que no se tiene la casa en orden», con lo que resulta «muy difícil» tener «buenos éxitos fuera de la casa».

De cara a las próximas citas electorales, especialmente las elecciones generales de 2012, Aznar se mostró «convencido» de que el PP ganará estos comicios, lo que hará que los «populares» dispongan de «grandes responsabilidades» en el Gobierno, y esperó que eso se produzca «próximamente». Aznar también expresó su preocupación por la «situación límite y crítica» que atraviesa ahora mismo España, al tiempo que advirtió que no puede pensarse que de esa situación «vayamos a salir fácilmente».

Por ello, para Aznar el PP tiene que ser «una garantía para los españoles», y por ese motivo resaltó la importancia de ser conscientes de «la tarea que tenemos que desarrollar y que nos pongamos a ello», indicó. Además, estimó que el Partido Popular será quien tenga «la inmensa responsabilidad» ante la sociedad española y la historia de España «de estar a la altura de las circunstancias como la actuación requiere», para lo que «la suma de esfuerzos» resulta «fundamental».

Respaldo a Mariano Rajoy

José María Aznar atribuyó la «mayor responsabilidad» dentro del PP, a los líderes actuales del partido, a quienes apostó por ayudar y apoyar «más que a nadie», así como reclamarles que tengan «el coraje y la determinación suficiente para sacar adelante el país». A juicio del ex presidente del Gobierno, esas condiciones las encarna «perfectamente» el actual presidente nacional del PP, Mariano Rajoy.

«A él hay que apoyarle más que a nadie», pidió Aznar, quien dijo no tener «ninguna duda» de la «voluntad, coraje y capacidades» del líder «popular». Sin embargo entendió que Rajoy necesitará «el apoyo de todos nosotros», además de un apoyo «sólido y continuado» para que las cosas en España, en medio de «esta difícil situación», las cosas vuelvan a verse «con un razonable optimismo» y pueda tenerse de nuevo «la España de las oportunidades», en la que el PP «fue el gran motor y el gran símbolo» que con Mariano Rajoy «va a volver a ser».

José María Aznar recordó unas palabras del ex presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, en las que aseguraba que «una recesión se produce cuando el vecino se queda sin trabajo, una depresión cuando tú te quedas sin trabajo y una recuperación cuando los socialistas se quedaban sin trabajo, es decir, cuando se iban del Gobierno». Para Aznar, esta condición sería «absolutamente necesaria», pero «no sería suficiente», porque lo que necesita España ahora mismo es «un cambio» que esté sustentado por «una amplísima mayoría política» que esté respaldada más tarde por una mayoría social «todavía más grande».

A juicio de José María Aznar, no puede producirse una mayoría relativa en las próximas elecciones, ya que habrá que trabajar en aspectos «tan importantes» que el Gobierno no podrá estar inmerso «en negociaciones de ningún tipo», señaló. «Hay que conseguir esa gran mayoría y a ello hay que dirigir nuestro barco», reconoció Aznar, quien pidió a los españoles «un mandato» que permita a los «populares», no sólo llegar al Gobierno, sino «cambiar las cosas».

Presencia de ETA

El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, aludió a la banda terrorista ETA y a Batasuna. En este sentido explicó que «no hay una cosa que se llame Batasuna y otra ETA», sino que «es lo mismo» y su objetivo actual es «volver a sentarse en las instituciones» para percibir dinero procedente de los impuestos de los españoles y «volver a amargarnos la vida» como han venido haciendo «durante mucho tiempo».

Para Aznar, esta situación «también se huele» a nivel internacional, y eso afecta internacionalmente a la posición mundial de un país e incluso a su debilidad interna, porque un país que se encuentra «entretenido» en cuestiones como éstas, «difícilmente puede ser un país con proyección internacional», concluyó.

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