«Es la enésima evidencia de que no hace falta la Sama-Velilla»

La caída del carbón debido a las presiones ejercidas por las empresas de gas natural no puede derivar a su vez en un segundo efecto negativo para la provincia, como sería la construcción de la línea eléctrica Sama-Velilla. Un proyecto que ocasionaría la destrucción «de los recursos naturales de las comarcas mineras», en las que se debe apostar por «el aprovechamiento de los recursos paisajísticos, ganaderos, forestales y turísticos, que desempeñarán un papel fundamental en el ineludible compromiso de reactivación socioeconómica», según defiende Julio Lago, quien desde el principio ha sido uno de los pilares en la lucha contra la autopista eléctrica que amenaza con horadar 88 kilómetros de montaña leonesa por el corredor del Bernesga.

No se trata tan sólo de que la Sama-Velilla sea «una seria amenaza para esta fuente natural de generación de riqueza», sino que los datos han demostrado que «el parque de generación eléctrica tienen uno de los índices de utilización más bajos de la UE», con tan sólo el 35,7%. Un «notable exceso de capacidad de generación» que ha avalado el presidente de REE, Luis Atienza, quien «diagnostica una holgura relevante en la capacidad de generación, no siendo necesario plantearse nueva capacidad como mínimo hasta el 2020». Testimonios que subraya la estadística en la que se asienta que «en los últimos 6 años España ha tenido un saldo positivo de exportación de electricidad a Marruecos, Portugal y Francia». «Es la enésima evidencia de los planteamientos equivocados de Asturias de promover 5 centrales de gas natural y la Sama-Velilla», más si cabe cuando «el exceso de potencia instalada induce bajos niveles de actividad en buen número de centrales, con plantas de gas natural que funcionan de media a menos del 50%», repite sin cansarse con argumentos técnicos Julio Lago.